La empresa Nidera lanzó un proyecto tecnológico con la
empresa de drones Taguay para apoyar el monitoreo y la toma de decisiones de los
productores. La propuesta está dirigida a sus clientes de maíz y girasol y el
servicio consiste en proveer drones que sobrevolarán los lotes para brindar
información de cada cultivo que luego será analizada y compartida con los
productores.
"El uso de drones y de información georeferenciada viene
creciendo en agricultura y resulta de gran utilidad", explicó Ignacio
Beltramino, director comercial de Nidera Semillas. "Los productores podrán con
los datos proporcionados por los drones, más información satelital, actuar sobre
problemas de densidad, ambiente o fertilización", afirmó.
La iniciativa, que se circunscribe en esta primera etapa
al cultivo de maíz, involucra a 40 distribuidores del país, desde Charata, en
Chaco, hasta Tres Arroyos, en Buenos Aires, pasando por Tucumán, Córdoba, Santa
Fe y Entre Ríos. Concluida la etapa inicial, el segundo paso será incorporar al
resto de los distribuidores.
Los asesores técnicos visitarán a sus clientes provistos
de un dron DJI Matrice 100, un equipo elegido para trabajar en el campo por su
autonomía, robustez y resistencia a diferentes condiciones climáticas. "Se trata
de una plataforma que puede soportar distintos tipos de sensores o cámaras. En
principio el proyecto arrancó con sensores multiespectrales y sensores visuales
RGB. Pero en el transcurso de los años se podrán incorporar nuevos dispositivos,
como sensores termales o de otras longitudes de onda y resoluciones", dijo
Nicolás Bergmann, titular de Taguay.
Se realizarán dos tipos de vuelos sobre los lotes. El
primero de reconocimiento, con una cámara que proporcionará imágenes cenitales a
partir de la cual se detectarán fallas en la siembra, zonas con anegamiento,
entre otros datos. En tanto, el segundo se tratará de un vuelo automático donde
se configurará un plan de vuelo y el dron, de forma autónoma, sobrevolará la
superficie y recopilará información que luego será analizada.
En menos de dos días el productor recibirá todos los
datos procesados en dos reportes, con un mapa de ambientación y un mapa de
altimetría con los que podrá tomar decisiones y realizar ajustes para lograr una
producción más eficiente.
"El nivel de detalle al que se puede acceder con este
tipo de tecnologías es muy superior a lo que estamos acostumbrados a ver con
satélites. A partir del mapa de ambientación de índice verde se puede visualizar
el vigor del cultivo, manchones de malezas o la georreferencia de ambientes
estresados", consideró el gerente de Taguay.