Un fuerte impacto de la reactivación del agro se registró el año pasado en el resultado de las ventas de maquinaria y, en el mismo nivel, en el de las camionetas destinadas al uso agropecuario. La recuperación del poder de compra del productor se vio reflejado en la adquisición de activos como las pick-ups, que durante 2017 mostraron un crecimiento del 41%, tomando como base los ocho modelos de camionetas más vendidos y según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).

Para la campaña agrícola 2016/2017 los productores invirtieron alrededor de u$s 10.450 millones, que destinaron para la siembra de los seis principales cultivos del país: soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y cebada. Los datos aportados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), destacan que de ese total un 30% fueron aportados por fondos propios y un 70% lo cubrieron el financiamiento de terceros, entre ellos bancos, corredores o proveedores de insumos.

Así, el ciclo superó el récord de 130 millones de toneladas y tanto el maíz como el trigo marcaron producciones históricas, mientras que para la campaña en marcha (2017/2018) las proyecciones también son alentadoras.

En cuanto a los vehículos, se patentaron a lo largo del año 124.569 camionetas, unas 36.000 unidades más que las 88.370 de 2016. Entre ellas, en primer lugar se ubicó la Toyota Hilux con 34.036 unidades vendidas, para una participación del 27,3%, entre las ocho pick-ups más vendidas. El año pasado, la automotriz japonesa había vendido unas 31.979 unidades en el país, también como el modelo más vendido en el segmento. El segundo lugar quedó para la Volkswagen Amarok, modelo que captó una cuota de mercado del 18% en el segmento (con unas 22.433 unidades vendidas), mientras que más atrás, en tercer lugar, quedó la Ford Ranger, con 20.194 unidades patentadas.

La de mejor rendimiento, sin embargo, fue la Fiat Toro, que tuvo un alza en sus ventas del 237,1% de un año a otro. Alcanzó unas 16.022 unidades vendidas cuando al cierre del año anterior (2016) había patentado sólo 4753 unidades. Sin embargo, pese al buen rendimiento del modelo en cuanto a las ventas, en la ruta las cosas se complicaron para la compañía que a mediados de año tuvo que emitir un comunicado reconociendo la existencia de inconvenientes en algunas camionetas con caja manual, ante las quejas de los propietarios (Fiat Chrysler se comprometió más tarde a realizar una revisión gratuita y actualización del DPF del motor 2.0 turbodiésel de 170 caballos).

La buena performance en las camionetas para el uso agropecuario fueron de la mano de las ventas de maquinaria agrícola, que cerró el año con un "moderado optimismo", tal como lo reconoció Raúl Crucianelli, Presidente de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), al finalizar el año.

El análisis del directivo se enfocó, más allá de los números de ventas, en la necesidad de mejorar los márgenes de rentabilidad y en bajar la presión impositiva: "Este sigue siendo un país caro. Por ahora los anuncios que hizo el Gobierno no pasaron de anuncios. Tenemos que achicar la carga impositiva y para eso hay que achicar el Estado", destacó y afirmó que el sector tiene una carga impositiva que representa el 40% del valor de una máquina: "Con esos números no podemos exportar ni competir con las multinacionales que quieren venir a la Argentina. Si queremos apertura tenemos que tener herramientas", sostuvo.

Los últimos datos publicados por el Indec, a finales del tercer trimestre, manifestaron una tendencia positiva en el nivel de ventas, principalmente en el segmento de tractores y cosechadoras, que crecieron un 51% y 55% en los primeros nueve meses. Por su parte, en el segmento de implementos y sembradoras se evidenció un crecimiento menor, del orden del 26% y 17%, respectivamente. En total, el sector de maquinarias reflejó un incremento del 36%.