Según informes del Indec, del Ministerio de Agroindustria e información de nuestros socios, 2017 ha sido un muy buen año para la industria de la maquinaria agrícola. Las ventas de tractores superaron los registros de los últimos 13 años y las de sembradoras y cosechadoras vieron su mejor año del último lustro. La fuerte recuperación de la demanda y, por ende, de la producción muestran un gran crecimiento interanual. En gran parte, esto se debe a que el sector fue recuperando la confianza y ejecutó algunas decisiones de inversión que estaban demoradas a la espera de un mejor contexto.

Al margen, el mercado argentino de maquinaria agrícola puede ganar todavía un mayor dinamismo. A modo de ejemplo, el parque de maquinaria tiene una cierta antigüedad que plantea la oportunidad de continuar trabajando en la generación de condiciones que faciliten su renovación.

La Argentina comienza a tener nuevamente un rol relevante a nivel internacional, y desde la industria creemos que creando las condiciones correctas para que las inversiones lleguen podemos tener un rol protagónico en el mapa internacional de maquinaria para el campo. Existe una gran oportunidad de poder atraer conocimiento y tecnología que impactarán directamente en nuestra productividad y en el rol de nuestro país como principal productor de alimentos. El sector agropecuario será el motor del crecimiento y, dentro de este sector, la tecnología aplicada a la maquinaria agrícola tendrá un rol decisivo.

Aún es grande el terreno para la incorporación de nuevas tecnologías que llegan para facilitar la agricultura de precisión, y para hacer más productiva y sustentable la explotación del suelo. Estamos en un lugar privilegiado para llevar los aprendizajes de la Argentina al mundo y para tomar del mundo lo que este nos brinda para aprender e innovar.

El financiamiento es siempre un tema a seguir de cerca a la hora producir y de comprar bienes de capital. Se estima que el 80% de las ventas son realizadas con algún tipo de financiamiento, por lo que el rol del sistema financiero resulta muy relevante. Desde la Asociación de Fabricantes Argentinos de Tractores (AFAT), vemos necesario que el país fomente políticas públicas en este sentido, creando un marco para sostener y desarrollar nuevos modelos de financiación, mayor crédito, con tasas que resulten atractivas. Si bien las empresas pueden contar con planes de financiación, resulta clave poder aunar el esfuerzo público-privado para continuar fomentando la inversión productiva. Vemos con optimismo lo que viene. El sector ha recuperado terreno, pero sabemos que aún hay un largo camino de crecimiento y desarrollo por recorrer.

Por Nicolás Ballestrero - presidente de AFAT