El sector agropecuario comenzó 2017 con un enorme signo de interrogación. Las lluvias acaecidas durante el otoño de 2016, que se extenderían hasta la misma estación del presente año, planteaban tremendos desafíos de cara a la campaña 2017/2018.

Para muchas zonas productivas de nuestro país la posibilidad de iniciar las tareas de implantación en la presente temporada eran prácticamente imposibles. De hecho, todavía quedaban muchos lotes de maíz sin cosechar en zonas de La Pampa.

Más recientemente, la llegada de la primavera y la consecuente extensión de los días comenzaron a plantear otro tipo de problemas. Si bien las reservas de agua en el suelo continuaban siendo buenas y las napas freáticas se mantenían cerca de la superficie, el problema residía en la falta de humedad superficial para continuar con las tareas de implantación en muchas regiones de la Argentina.

A criterio de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), la temperatura del océano Pacífico a la altura del ecuador estaría comenzando a subir, pasando de un fenómeno Niña actual a algo más neutral después de julio.

Mientras tanto, la probabilidad de lluvias por debajo de lo normal para la pampa húmeda argentina, para Uruguay, Paraguay y para el sur de Brasil, será monitoreada muy de cerca.

Por otro lado, otro evento importante ocurrido durante el presente año en el nivel internacional es el hecho de que en los Estados Unidos se repitiera una cosecha récord de soja y la segunda más voluminosa de maíz. Lo llamativo, en todo caso, es que los precios de la oleaginosa parecieran no haberse enterado de esta situación, teniendo en cuenta que desde mediados de agosto y hasta principios de diciembre los valores de la soja experimentaron una suba del 10 por ciento.

Sin lugar a dudas, existen un sinnúmero de variables que tuvieron y tendrán impacto en la formación de las cotizaciones, tal como el precio del petróleo y el devenir en el valor del dólar, tanto en el nivel internacional como local.

Por el momento, la volatilidad actual va a estar vinculada casi en su totalidad con el mercado climático sudamericano. Estar atentos a lo que ocurra meteorológicamente en los próximos 15/20 días será fundamental en el aprovechamiento de oportunidades comerciales. ¡Felicidades para todos y buenas cosechas!

El autor es socio de Nóvitas SA.