Dicha información fue brindada por la Bolsa de Cereales de Córdoba, la cual publicó un nuevo informe sobre cultivos que confirmó la estimación una fuerte caída de la cosecha de garbanzo, pero menor a la que se presagiaba.

El dato fundamental al respecto es que, finalmente, la superficie perdida por las fuertes heladas de junio fue menor a la originalmente calculada, producto de lotes que pudieron llegar a cosecha, aunque lógicamente con rendimientos muy bajos.

DATOS

El Departamento de Información Agroeconómica (DIA) de la entidad bursátil estima una producción de 74.700 toneladas de esta legumbre, 47 por ciento por debajo del récord de 140.800 de la campaña 2016/17, pero mejor que el 66 por ciento de reducción interanual que se presumía hasta el mes pasado.

“Con cosecha más avanzada, se ajustan estimaciones de rendimiento, elevando valores respecto a los de una precosecha que se visualizaba fuertemente afectada por condiciones ambientales desfavorables”, informa el reporte.

Una clave es que la superficie perdida se proyecta en 21.300 hectáreas; es decir, un tercio de lo sembrado, cuando inicialmente se había ubicado en torno a 30 mil hectáreas (la mitad). Según la Bolsa, la mejora de las estimaciones se debe a “la decisión de que muchos lotes continuaran su ciclo hasta el final, cosechando cuando los rendimientos superaran los ocho quintales por hectárea, situación que se dio especialmente en los departamentos del norte (Totoral y Río Seco)”.

Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba