Ciertamente, el mercado de los granos pasa por un período de extrema incertidumbre.

Si nos focalizamos en el de la soja, es vital tener presente que en nuestro país, pese a las benditas lluvias recientes, la posibilidad de sequía sigue en pie. La Niña, parece presentarse suave. Pero no en todas partes…

Por la escasez de agua, la siembra ha llegado a tan sólo el 70% de la superficie planeada, que es de algo más de 18 millones de hectáreas. Así, faltan poco más de… ¡5 millones de hectáreas! Puede afirmarse que se trata de la siembra más lenta de la historia. Y aun cuando se llegue a sembrar todo, la tardanza cobrará su factura en la productividad por hectárea.

Las dudas sobre que se complete la proyección sobre el área a implantar crecen día a día.

Seguramente, por el temor a la Niña y por los problemas en la siembra, los valores en los mercados de futuros para la próxima cosecha no han recibido un impacto considerable, una vez concretadas las precipitaciones. Los operadores están mirando más allá de estas lluvias.

Recordemos que la Argentina es el tercer productor mundial….

De esta forma, los precios de la nueva cosecha continúan por encima de los de la mercadería disponible.

Así están las cosas: mientras que para la soja nueva, los valores bajaron tan sólo 5/6 dólares aproximadamente, una vez producidas las esperadas lluvias, para el mercado disponible, las bajas llegaron a más o menos 10 dólares.

El día 20 de este mes, para Fab/SM, el valor correspondiente a Mayo/18 era de 255 dólares. Y el día 22, para Fab/Tmb, era de 251 dólares.

En rigor, las caídas habían sido más pronunciadas apenas se conocieron las lluvias en la semana pasada, pero hoy lunes hubo una suave recuperación.

Hoy lunes, en el Rofex el precio estuvo cerca de 260 dólares. Hace unos días estaba en 266 dólares.

Y desde el día 22 de este mes pasó de $4.500 a hoy a $4.600 en el disponible, pese a la existencia de 15 millones de toneladas (que en algún momento harán su entrada al circuito comercial).

Es obvio que esta mejora en pesos responde a la micro-devaluación de la moneda local, ocurrida a los largo de los últimos días hábiles.

Han sido 8 días de bajas en el valor del peso. En consecuencial, el dólar ha subido potenciado por la retracción de la oferta. La suba se aproxima a un 5/6%.

El gráfico, con datos del Ambito Financiero, ilustra la depreciación.


Pese a la mejora en el dólar, su valor desde el 2 de enero y hasta el día de hoy ha subido cerca de un 16%. Es decir que ha perdido cómodamente contra la inflación que terminará el año en cerca del 23/24%.

No debemos olvidar que la cuenta corriente de la Balanza de Pagos es extremadamente deficitaria. Justamente, y fundamentalmente, por la pérdida de valor del dólar. Se estima que el rojo llegará, para este año, a cerca de 9 mil millones de dólares.

Lo que ha permitido que el dólar tienda a la baja es la entrada de divisas por deuda externa.

La estrategia de financiar el problema fiscal mediante deuda externa ha generado una oferta de divisas que, cuando son adquiridas por el Banco Central, la tasa de interés se incrementa y por lo tanto se contrae la actividad. Y cuando no hace tal cosa, el mercado regula el valor del dólar a la baja.

Por ello, poco a poco, el peso se ha apreciado y, consecuentemente, aumentado el déficit comercial.

La deuda pública actúa a favor de la baja del dólar. Así la demanda de los importadores y la salida de divisas por los residentes que viajan al exterior agudizan el problema del déficit comercial (cuenta corriente).

En suma, en estos días la depreciación del peso ha operado a favor del valor interno de la soja. Y, además de ello, el clima presenta un panorama a favor de los precios de la soja.