En los últimos días, el Departamento de Agricultura y Recursos Hídricos (DAWR, por sus siglas en inglés) australiano comunicó a su contraparte local que aceptó el certificado sanitario que le da luz verde al ingreso de langostinos y productos derivados argentinos al país oceánico.

Australia, además de ser exportador de productos de mar, importa u$s 300 millones anuales en langostinos congelados y procesados, destacaron desde el Ministerio de Agroindustria, que conduce Luis Etchevehere.

Según datos del Indec, entre enero y octubre últimos, las exportaciones de langostinos locales sumaron 157.000 toneladas, por u$s 1024 millones. De acuerdo con estadísticas del Senasa, en los primeros 10 meses de 2017, España fue el principal destino de los angostinos locales, con 32% de participación; seguido por China (15%); Japón (10%); Italia (9%); Estados Unidos (4%); Tailandia y Vietnam (4%, cada uno) y Perú (2%).

La negociación para obtener la autorización sanitaria para exportar esos productos a Australia fue llevada adelante por la Secretaría de Mercados Agroindustriales, que comanda Marisa Bircher, y el equipo técnico del Senasa.

Las autoridades sanitarias australianas resaltaron las "constructivas negociaciones para finalizar el modelo de certificado", así como remarcaron "el reinicio de comercio seguro" entre ambos países.