Brasil negocia con Rusia la compra de trigo, como parte de una estrategia comercial planteada para lograr la reapertura del mercado ruso a la carne vacuna brasileña. Así lo informó hoy la agencia Reuters, que añadió que el Ministerio de Agricultura brasileño establecerá el viernes los términos para las posibles importaciones, sobre todo en cuanto a puertos y a las inspecciones sanitarias necesarias para evitar la propagación de plagas.

Si bien no especifica el volumen de trigo que Brasil prevé comprar a Rusia, ni una fecha eventual para la concreción de negocios, la agencia recuerda que recientemente se planteó en el país sudamericano la posibilidad de habilitar un cupo de 750.000 toneladas para comprar trigo sin aranceles a países ajenos al Mercosur (hoy tributan un 10,5%), una decisión que finalmente quedó postergada para 2018 y que podría beneficiar a Rusia y a los Estados Unidos.

Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil, la cosecha de trigo brasileña fue en 2017 de 4,57 millones de toneladas, un 32,1% inferior a la obtenida en 2016, de 6,73 millones. La menor producción, no obstante, no implicaría un incremento de las importaciones, que fueron estimadas por el organismo en 7 millones de toneladas, levemente por debajo de los 7,1 millones del ciclo anterior. Esto responde a las elevadas existencias iniciales (2,53 millones) dejadas por la buena cosecha del año pasado.

En cuanto a Rusia, el potencial vendedor, hoy es el país que lidera el mercado global de trigo, luego de obtener en la actual campaña 2017/2018 un récord histórico, con 88 millones de toneladas, y de calcular un saldo exportable próximo a los 35 millones de toneladas. Justamente la presión que dicho volumen de oferta ejerce sobre el mercado es la que hoy obliga al resto de los países proveedores del grano fino a mejorar su grado de competitividad para no perder compradores.

Y es en la búsqueda de esa competitividad que el valor del trigo de los Estados Unidos se cotiza hoy en los niveles más bajos del año, una medida extrema que tiene por finalidad no resignar completamente los mercados del Norte de África y del Sudeste asiático, hoy particularmente seducidos por el trigo ruso. En las Bolsas de Chicago y de Kansas, la posición diciembre del cereal cerró la tercera rueda de la semana en 146,42 y en 149,18 dólares por tonelada, con bajas de 2,76 y de 3,03 dólares, respectivamente.

Para la Argentina, los eventuales contactos entre Brasil, que es el principal mercado para el trigo argentino por más de 5 millones de toneladas, y Rusia son un llamado de atención para fortalecer los resguardos que benefician a los países integrantes del Mercosur y para no desatender la necesaria búsqueda de nuevos compradores, sobre todo si se apunta a fomentar la siembra del grano fino y a obtener cosechas superiores a los 17 millones de toneladas, que dejan saldos exportables próximos a los 11 millones de toneladas.