Diciembre arrancó dando por el suelo las expectativas de normalizar la situación hídrica y volver rápidamente a las tareas de siembra en la región.

En este fin de semana, el sistema frontal frío provocó lluvias, pero volvieron a ser muy desparejas. Hernando, en el centro Cordobés, se destacó en la región central con lluvias de casi 50 mm. Rojas fue el otro foco de las tormentas, alcanzó los 46 mm, encabezando el primer puesto de los registros en el noreste de Buenos Aires. En esa zona hubo registros mayores a los 30 mm que se extendieron hasta la ribera del Río Paraná, alcanzando a Ramallo y hacia el extremo del sur de Santa Fe, a Santa Teresa.

El 70% del área estuvo por debajo de los 10 mm, el 60% de toda la zona recibió menos de 5 mm. Esto no alcanza para destrabar el conjunto de las siembras pendientes. Hasta el jueves 30 de noviembre faltaban 95 mil ha de soja de primera y 880 mil ha de segunda, ambos cultivos en suspenso por la falta de agua. A esto se suman 200 mil ha, también pendientes, entre maíces tardíos y de segunda.

Estamos a días de comenzar el período más exigente de los maíces tempranos, el 10% de los cuadros está entre regulares y malos. Las siembras de segunda están exigiendo mucho más de 20 mm para poder hacerse. Estos hechos encienden la alarma por los efectos de la falta de agua en la región núcleo.

Sin lluvias importantes a la vista para la franja central del país:

Los pronósticos de lluvia vuelven a señalar un ingreso de un frente frío por el sudeste bonaerense. Se esperan allí lluvias que pueden alcanzar a cubrir a la mitad oriental de la provincia. Aunque este frente puede desplazarse, y esto es aún muy conjetural, podría alcanzar el sur de Santa Fe y Córdoba junto a Entre Ríos, pero con muy poca agua. En el mejor de los casos, y si la circulación de los vientos colabora, entre viernes y sábado podrían recibirse no más de 8 a 10 mm.

Sería muy importante que haya un restablecimiento de la circulación del noreste para disponer de un tránsito más adecuado de las lluvias. Esto sería un hecho fundamental para que los montos de lluvias vuelvan a acercarse a los valores históricos en los próximos dos meses.