Los usuarios del servicio eléctrico bajo las concesiones de Edenor y Edesur sufrirán un aumento superior al 70% en sus facturas en dos etapas. La primera será el mes próximo, cuando se aplicará el mayor ajuste, de 43% promedio. A ese se le sumará otro incremento de 24% en promedio a partir de febrero, confirmaron fuentes oficiales a LA NACION en el marco de las audiencias públicas que se realizaron ayer en el Palacio del Agua.

En la práctica, el nuevo ajuste de tarifas contempla alzas en el precio mayorista de la energía, tendientes a reducir los subsidios y a completar la aplicación de la segunda etapa de subas para las empresas de distribución que se definió en la Revisión Tarifaria Integral (RTI) de principios de año. A eso se le suma, además, un adicional por el aumento de costos derivados de la inflación.

Una parte de estas subas debería haberse aplicado en agosto. Sin embargo, el Gobierno prefirió postergar hasta este momento del año el ajuste para no mezclar las audiencias públicas con la campaña electoral.

En diálogo con la prensa, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, sostuvo que su cartera tiene la obligación de "tomar nota de lo que se dice en las asambleas públicas, hacer un reporte y elaborar los cuadros tarifarios [están a cargo del ENRE]".

El funcionario también aclaró que "la energía eléctrica en la ciudad y la provincia de Buenos Aires estaba mucho más subsidiada que en el interior". Por eso, en estas zonas se registran los mayores aumentos.

Tras las subas de tarifas, la demanda promedio pagará en febrero próximo por la electricidad mayorista $ 1077, mientras que su precio será de $ 1440. De manera que el Estado continuará subsidiando el 25% del costo de la energía.

Según Cristina Tonnelier, del ENRE, el ente que regula el sector eléctrico, un usuario que consume 150 kW/h por mes pagará en diciembre una factura de $ 200. En febrero, en tanto, ese número trepará hasta los $ 235. En todos los casos, tanto en las concesiones de Edenor y de Edesur, como en el resto del país, las subas de este período se dividirán en dos etapas (diciembre y febrero).

Al igual que en el gas, los menores aumentos en términos porcentuales les tocarán a los que más consumen. Eso se debe a que son los sectores que arrastraban un menor retraso tarifario.

El ENRE sostuvo que, en el aumento de diciembre, el 90% de los usuarios de Edenor y de Edesur tendrá incrementos inferiores al 39%, mientras que un 10% tendrá subas menores al 47 por ciento. En tanto, los consumidores que logren una reducción en su consumo de 30% o más (respecto del mismo período de 2015) obtendrán un descuento del 10% sobre el precio estacional.

El secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, presentó los valores propuestos para todo el país, salvo en la zona metropolitana. "La actividad forma parte de una continuidad del proceso de normalización y previsibilidad del sector eléctrico como base para un funcionamiento eficiente, sustentable y en el marco de la ley", sostuvo.

También habrá aumentos en las provincias debido a que aumentarán los precios de generación y de transporte. Sumados ambos cargos, se les trasladará a las distribuidoras del interior un aumento de 21% en diciembre y de 13% en febrero.

Por caso, un usuario de Edelap, la distribuidora de La Plata, pagará un 25% más desde el mes próximo por ambos conceptos. A ese número se le sumará otro 16% desde febrero próximo. De la misma manera, un cliente como Secheep, la distribuidora de Chaco, sufrirá un aumento de 25% a partir de diciembre y otro 14% en febrero, mientras que un cordobés tendrá que pagar 16% más en diciembre y otro 13% en febrero.

En todos los casos anteriores, sin embargo, es posible que el impacto sobre la factura sea mayor si es que las distribuidoras, que están bajo la regulación de las provincias, reciben nuevos aumentos.

Con este nuevo ajuste, que aún debe ser aprobado por el ENRE, la factura de luz suma su segundo aumento del año (el primero había sido en febrero pasado), que tiene el doble objetivo de recomponer la situación económica y financiera de las compañías y al mismo tiempo reducir los subsidios del Estado.

Los defensores del pueblo que participaron ayer de la audiencia pública por las tarifas de electricidad advirtieron sobre el peso de la acumulación de los incrementos en las economías familiares y en pequeños y medianos emprendimientos productivos y comerciales, por lo que reclamaron al Estado que resguarde la razonabilidad de los aumentos.

Por su parte, la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió en la audiencia que "el sendero de precios creciente de la electricidad incrementa el impacto negativo" sobre la competitividad del sector, sobre todo en bienes transables.

El directivo de la UIA Alberto Calsiano reclamó además "un gradualismo real, sin exclusiones, en especial para los grandes usuarios de distribuidora (una categoría que incluye a más de 5800 empresas con demanda potencia de 300 kW), que son los más afectados.

Recortes en tarifa social y ahorros

El Gobierno también propuso cambios en la tarifa social, que le permitía tener un bloque gratuito de energía a los consumidores menos beneficiados en términos económicos. El nuevo esquema estipula que habrá 150 kW/h gratuitos (equivale a un consumo de un departamento pequeño), pero que, una vez pasada esa cantidad, los siguientes 150 kW/h se facturarán, aunque tendrán un descuento de 50% sobre el precio mayorista. Los posteriores consumos a este bloque ya se regirán directamente por el precio del mercado.

En la práctica, la modificación implica un recorte de beneficios, dado que hasta ahora la tarifa social permitía a los sectores de bajos recursos tener hasta 600 kW/h gratis, algo que ahora queda reducido en 75%.

Además habrá menores premios para los que logren ahorros de consumo. Desde diciembre, sólo se beneficiarán con una quita de 10% sobre el precio mayorista quienes logren ahorrar 30% o más respecto de igual período de facturación de 2015. Antes el premio implicaba una rebaja de 20%.