Desarrollo inicial

En la zona núcleo de producción -particularmente en el sur de Santa Fe- los maíces de primera sembrados en las lomas ya tienen tres a cinco hojas. Se sembraron durante septiembre y hasta el 20 de octubre y muestran excelente desarrollo por el abastecimiento continuo de agua, con algunos ataques de chinches como esporádica adversidad. No obstante, en los planteos se han tomado algunas decisiones para acotar los riesgos derivados de excesos hídricos.

Por ejemplo, la estrategia de fertilización de algunos productores varió respecto de años anteriores. Si bien se sigue apuntando a 140 kilos de nitrógeno entre lo provisto por el suelo y por la fertilización, la aplicación se divide en tres momentos: una a la siembra, otra con el cultivo logrado y la tercera, antes de que cierre el entresurco, con una mirada permanente sobre la napa. Por otro lado, los técnicos no aconsejan implantar con maíz el 100 por ciento de la superficie de cada lote. "Generalmente el cereal ocupa el 70-80 por ciento del área sembrable y el resto queda libre hasta la implantación de soja", observa uno de ellos.

Soja en ascenso

La industria semillera también se adapta. Algunos productores grandes que sembraron temprano y sufrieron lluvias torrenciales que obligaron a la resiembra tuvieron una grata sorpresa: algunos semilleros les repusieron las bolsas necesarias para generar nuevamente el cultivo porque habían establecido un seguro de resiembra. La gentileza se concretó luego de visitas de los técnicos de la compañía, que verificaron el daño sufrido.

En otro orden, los productores siguen teniendo interés en el maíz, pero se está empezando a dar un cambio de tendencia en la asignación de superficie. En el último informe de la consultora Zorraquín-Meneses se indica lo siguiente: "En agosto y en septiembre los resultados económicos esperados para la campaña eran mejores para el maíz que para la soja, con precios de soja a futuro del orden de los US$ 250 y de US$ 150 para el maíz". Pero luego el valor de la soja empezó a subir -hoy se hacen las cuentas con precios entre US$ 265 y 270-, también subió la urea y entonces "la cuenta se dio vuelta, sobre todo en las zonas más alejadas de los puertos".