La realidad en el mercado ovino es que no se puede vender corderos; se hace, pero de una manera que no está habilitada porque no hay ningún matadero en la zona habilitado para ovinos. Entonces, la única vía es venderlo a un frigorífico a un precio mucho menor. Por Gustavo Almassio.

Creo que están faltando inversiones. El caso del ovino es el mejor ejemplo. Hay mucha gente que quizás solo quiere consumir un corte de cordero o de capón, y no lo puede hacer.

Estamos en una etapa de diálogo con los funcionarios, pero nadie dice que el presupuesto de agroindustria es bajísimo, que no ha cambiado mucho desde la época de Scioli. Pareciera que no se puede decir porque para que haya control tiene que haber presupuesto y en general no lo hay, y eso es políticamente incorrecto.

En una sociedad tan poco afecta a respetar las reglas, lo que falta es un buen control, como sucede en otros países.

Creo que hay una perspectiva enorme para el tema del ovino, especialmente cuando uno quiere defender a los pequeños o medianos productores porque nuestra zona ha quedado relegada en el campo.

Entonces, cuando se habla de que se quiere dar un valor agregado, o para que el productor pueda llegar a la góndola, habría que facilitar estas cosas.

Se tiene que llevar a cabo la inversión necesaria y la adecuación de las reglas. Además, en esos lugares se generaría más trabajo. No es tan difícil la ecuación.

A Prolana, por ejemplo, viene gente habilitada a esquilar. En exposiciones, están los camiones habilitados por Senasa para hacer faena de pequeños rumiantes, pero jamás los vi en los campos.

¿Por qué no puede haber un lugar físico donde se controle la venta? En definitiva, este es el valor agregado.

Llega un momento donde las palabras aburren, más cuando uno está en la acción permanentemente.

Llegó el momento de presentar propuestas, que se invierta, y se pueda llegar a buen puerto para que ese anhelo que muchos productores tenemos de mostrar cómo viven los animales y llegar a la góndola sea sencillo y no un negocio de los grandes frigoríficos.

Por Ing Gustavo Almassio, Asesor privado
Fuente: Infosudoeste