Con la suba del impuesto inmobiliario rural que prevé aplicar el gobierno bonaerense, el próximo año este tributo podría llegar a tener una incidencia récord sobre el valor de los granos de soja, trigo, maíz y girasol producidos en Buenos Aires.

El dato se desprende de un informe que realizó David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), para LA NACION. En la provincia de Buenos Aires, según el gobierno provincial el incremento del inmobiliario rural tendrá un promedio del 50%.

Miazzo analizó este impuesto como porcentaje sobre el Valor Bruto de la Producción Agrícola (VBPA) en Buenos Aires de soja, maíz, trigo y girasol, con el dólar a junio de 2018, con el cierre de la nueva campaña.

El año pasado, en Buenos Aires la previsión de recaudación del presupuesto para el inmobiliario se ubicó en $ 2.881.000.000, en tanto que el valor de los granos producidos fue de $ 93.990.085.906. Para el economista, en 2016 el inmobiliario rural representó el 3,1% sobre el valor bruto de la producción de granos en la provincia.

Para 2017, el presupuesto provincial estimó un ingreso por el tributo de $ 4.268.830.000. En tanto, el valor de la producción rondó los $ 104.102.042.994. Este año, la incidencia de la recaudación del impuesto sobre el valor de los granos producidos fue del 4,1 por ciento.

Calculando ya lo que puede suceder en 2018, según el trabajo con el incremento de la carga impositiva el gobierno bonaerense recaudaría $ 6.403.245.000 ($ 2134,4 millones más). Por su parte, el valor de la producción de esos granos treparía a $ 121.948.107.507. Para 2018, según Miazzo el impuesto participaría en un 5,3% del valor de la producción, un nivel récord de presión con este tributo.

"Ese 5,3% es el porcentaje de considerar sólo esos cuatro cultivos, pero está quedando afuera el valor de los otros cultivos y de las carnes", explicó el economista de FADA.

Miazzo llegó a ese número trazando una comparación con lo sucedido desde 2004, cuando el inmobiliario rural apenas representaba un 2,4% del valor bruto de la producción ($ 225 millones de pesos sobre $ 9350,5 millones del valor de la producción).

El peso del tributo sobre el valor de la producción ha estado influido en el tiempo también por eventos que afectaron a la producción, como la sequía de 2008/2009. Ese ciclo, con menor producción, el peso del tributo subió de 2,5 a 3,6 por ciento. En 2016, tras la devaluación, hubo una mejora en los granos que bajó la incidencia de 3,2 a 3,1 por ciento.

FADA también evaluó el impacto en ingresos brutos, esto es llevar la alícuota a 0% para facturaciones de hasta $ 3 millones, como anunció el gobierno bonaerense. Para Miazzo, este cambio no compensa la suba en el inmobiliario. "En lo que es la producción extensiva, es lo que vale la producción de 96 hectáreas de soja o la venta de 240 novillitos de 350 kilos", comparó

Ayer, el presidente de Carbap, Matías de Velazco, se comunicó con el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, y le planteó que la entidad quiere discutir sobre la suba del tributo. La semana que viene, Carbap irá a la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados provincial y se reunirá con los legisladores para sentar su posición. "Vamos a pelearla para ver cómo mejoramos este escenario", dijo el ruralista.