Tras el triunfo del oficialismo en los comicios legislativos del domingo pasado, en el Ministerio de Agroindustria creen que tienen que profundizar los ejes de trabajo que les pidió el presidente Mauricio Macri: desmontar las trabas que todavía impiden invertir y trabajar a los empresarios agropecuarios, conseguir mercados para las exportaciones agropecuarias y resolver los problemas de a uno. Así lo cuenta una fuente de la cartera que conduce Ricardo Buryaile. "Tenemos que llevar más competitividad para todo el sector", dice.

Una de las líneas de trabajo es la del financiamiento. "Hablamos con Javier González Fraga [presidente del Banco Nación] para mejorar las condiciones de acceso al crédito", dice. El objetivo es extender los plazos de pago y buscar otros instrumentos de garantías como las SGR o las prendas. "Queremos que un productor no tenga que hipotecar su campo si necesita financiarse", explica. Buscarán además subirse a la ola de los créditos en UVA.

Un frente de tormenta que procuran evitar desde Agroindustria es el sanitario. Aportaron fondos para enfrentar la polilla de la vid y quieren que las provincias se comprometan con la Nación en la lucha contra la langosta. "De las diez provincias con las que queremos firmar acuerdos para combatir la plaga, sólo cinco lo hicieron hasta ahora; en el resto se están haciendo los distraídos", agregó la fuente. También les preocupa la consolidación de la barrera contra el HLB, una enfermedad que podría ser devastadora para los cítricos si no se la frena.

En Agroindustria, además, tienen la instrucción de avanzar contra la burocracia. "Necesitamos sacar una maraña de registros que hoy están en vigencia", dicen en el ministerio. Admiten que la tarea será difícil.

En semillas apuestan al fortalecimiento del Instituto Nacional de Semillas (Inase) y que tengan un resultado positivo las negociaciones que encararon las entidades gremiales de la producción y la industria semillera. "Se está aceptando que el uso propio no sea irrestricto", dice la fuente. Si no hay acuerdo, en Agroindustria preparan una alternativa de solución, aunque todavía no quieren dar detalles.

La otra batalla es contra la informalidad. El lunes pasado, un día después del triunfo de Cambiemos en las elecciones, el presidente Macri se reunió durante dos horas con la Mesa de las Carnes. Les dio su compromiso para combatir la informalidad del sector que daña a las empresas que cumplen con las normas impositivas y sanitarias. Están en la mira las pseudocooperativas que son manejadas por empresarios en las sombras. Además, los funcionarios de Agroindustria explicaron que en los primeros meses del año próximo estarán funcionando en los frigoríficos las "cajas negras" .

Respecto de la mejora de la inserción argentina en los mercados internacionales, el Presidente expresó su preocupación por la resistencia de la Unión Europea a hacer concesiones al Mercosur en agroindustria. Para el caso de la carne vacuna, las 70.000 toneladas sin aranceles que ofreció la UE a los cuatro países del bloque regional lucen como demasiado escasas. Desde la Mesa de las Carnes comenzarán a expedirse públicamente en contra de la resistencia europea. Francia encabeza el bloque de países que están dispuestos a "ensuciar la cancha" para postergar el acuerdo. Hace unas semanas el embajador francés en Brasil, Michel Miraillet, dijo que su país estaba preocupado por "la seguridad de los alimentos". Viejo argumento al que recurre el proteccionismo cada vez que ve una amenaza cerca.

La preocupación del Gobierno no se reduce a los que todavía no son socios sino a los que ya lo son. Ocurre con el trigo. En los pasillos de Abitrigo, que se realizó esta semana, los funcionarios y empresarios argentinos escucharon que el gobierno brasileño tiene intención de abrir una cuota de 750.000 toneladas sin arancel para los destinos extra Mercosur. Aunque la cifra es reducida frente al volumen que exporta la Argentina, en Agroindustria temen que sea el primer paso de la apertura a gigantes como Rusia, hoy principal productor mundial. El ministro Ricardo Buryaile se reunirá con su par Blairo Maggi en los próximos días para conocer los alcances de la medida. En Agroindustria valoran la predisposición del ministro brasileño al diálogo, pero creen que Brasil tiene que tener gestos de reciprocidad a la Argentina como la reciente apertura al ingreso de carne vacuna desde el socio mayor del Mercosur.