Salah Sukkarieh, profesor de Robótica y Sistemas Inteligentes de la Universidad de Sidney (Australia) y Director de Investigación e Innovación del Centro Australiano de Robótica de Campo, indicó en la segunda jornada del CREAtech que "los robots capaces de trabajar en forma autónoma ya son una realidad pero representan apenas una ínfima parte de las aplicaciones de la robótica y la inteligencia artificial que se pueden aplicar en el sector agropecuario".

La población agrícola envejece, el productor promedio tiene entre 50 y 60 años. Y no hay una renovación, los jóvenes se van a las ciudades y no vuelven. Eso genera un encarecimiento de la mano de obra calificada. "La robótica se presentó como una solución potencial a esos problemas", agregó Sukkarieh. Y mencionó algunas experiencias llevadas a cabo: robots para árboles frutales que equipados con distintos tipos de sensores permiten detectar la densidad de frutos de cada árbol, robots para cultivos en surcos por medio de lásers, cámaras y sensores infrarrojos que pueden detectar la presencia de malezas, etc.

Por su parte, Manuel Delgado Tenorio, cofundador de Leads Origins, un startup de inteligencia artificial aplicada al análisis de información de marketing, analizó el impacto de la inteligencia artificial y el Big Data sobre los negocios. En ese sentido, indicó que no tiene que ver tanto con el desarrollo de nuevas tecnologías, sino con la mayor calidad de la información. "El valor está en los datos. Muchos algoritmos de inteligencia artificial se conocen desde hace 40 años pero lo verdaderamente importante es la información que le damos para procesar", dijo.

Palabras finales

Al momento del cierre, el presidente de CREA, Francisco Lugano expresó: "Seguramente muchos de los temas abordados en este congreso les habrán generado una gran incomodidad. Y es lógico que así sea. Tenemos por delante un camino que no es nada fácil. No basta ya saber que existen tecnologías nuevas, sino que habrá que traducirlas en realidades. Habrá que modificar estructuras que considerábamos inamovibles; habrá que repensar incluso las formas de producir tal como las conocemos".

"Hoy tengo el privilegio enorme de presidir el Movimiento, pero detrás de mí vendrán otros. Juntos seguiremos construyendo, porque está en la esencia de nuestra filosofía. Porque de esto se trata ser CREA: es un espacio de construcción colectiva que nunca termina", remarcó.

"Los convoco a liderar una nueva etapa en el desarrollo del sector, a dejarles a sus hijos un país mejor pensando en tres palabras clave: innovación, sostenibilidad e integración. Porque como decía Pablo Hary: "La misión de nuestro Movimiento es servir a nuestras empresas, pero también es servir a esa gran empresa llamada Argentina", culminó.