Como parte del 6º Congreso Ganadero del Paraguay, ayer expuso el uruguayo Roberto Vázquez Platero sobre la “importancia de un instituto para posicionar la carne bovina en el mercado mundial, la racionalidad de su existencia y principales cometidos”.

Señaló que los productores paraguayos deben tomarse el tiempo de decidir respecto a la creación de un instituto de la carne. “Tienen que estar convencidos de su utilidad y de su éxito y si no están convencidos no crearlo”, dijo, agregando que productores e industrias de la carne tienen que sentirlo como propio y no como organismo estatal.

Según él, actualmente no hay lugar para instituciones de control y regulación y que los institutos exitosos se dedican a investigación y promoción de mercados externos. “Creo que a eso tiene que apuntar el instituto paraguayo”, expresó.

El mercado mundial será cada vez más competitivo y Paraguay lo va a sentir. “En el largo plazo las exigencias de los consumidores van a ser más grandes. Casi todos los competidores de Paraguay (en el mercado de la carne) tienen organismos especializados. Ustedes deben pensar seriamente en la creación de un instituto como herramienta para desarrollar actividades de naturaleza colectiva, porque eso es lo que hace un organismo como este, contribuir a crear valor para la cadena de ganados y carnes a nivel de exportación”, alegó.

Finalmente, Vázquez recalcó que el instituto no tiene que ser una organización gremial que discuta con el gobierno, sino que debe ser su socio y encararlo como un emprendimiento conjunto.

Respecto a este tema, la ARP llegó a presentar un proyecto de ley para la creación de un instituto de la carne, pero ante la oposición de los industriales, del gremio de los frigoríficos, el tema quedó congelado hasta tanto ambos sectores puedan alcanzar un consenso acerca de este asunto.

Por su parte, el Dr. Carlos Benítez Usher se refirió a la resistencia a los antiparasitarios en bovinos. Sostuvo que los parásitos constituyen serios limitantes para la salud, productividad y bienestar de los animales, y que su control solo es posible con cuidados frecuentes e intensivos. “Acá y en todo el mundo, durante los últimos años, los antiparasitarios internos y externos se usaron indiscriminadamente. Por ello el desarrollo de cepas resistentes se está transformando en una seria amenaza, siendo necesario tratamientos frecuentes”, indicó.