Agua y más agua

En ese escenario desfavorable se diferencian dos situaciones en los rodeos: los campos que se pudieron suplementar para compensar la escasez de forraje, que muestran vacas con mejor condición corporal, y aquellos que no pudieron suministrar suplemento alguno. En estos últimos casos, los vientres pueden empezar el servicio perdiendo estado en vez de ganarlo, lo que repercutirá seguramente sobre la aparición de celos y sobre los porcentajes de preñez y de parición.

La descripción anterior fue hecha por Ignacio Iriarte, director de Informe Ganadero, quien observa que la pérdida de pasturas, de instalaciones y de estado de la hacienda atenta contra el esfuerzo económico y productivo de retención de vientres que se había iniciado en muchos campos hace dos años. "En muchas zonas de cría de la región pampeana, los factores climáticos pueden reducir hasta hacer desaparecer las intenciones de recuperación del stock ganadero", define Iriarte. Para peor, los problemas hídricos se acentúan en Buenos Aires, donde se obtienen mejores porcentajes de marcación que en regiones extrapampeanas.

Oferta en alza

Mientras la coyuntura ganadera está siendo afectada por estos fenómenos extremos, la oferta mundial de carne vacuna muestra un incremento de aproximadamente 200.000 toneladas respecto del año pasado, otra señal de la atenuación del proceso de retención ganadera.

Esta mayor disponibilidad de carne vacuna está permitiendo un aumento del consumo interno de 3/4 kilos por habitante y por año, y un incremento de las exportaciones de 50.000/60.000 toneladas en lo que va de 2017.

El mayor consumo por habitante, del orden del 6/8 por ciento, se concretó por un precio accesible: en los últimos 12 meses la inflación fue del 25 por ciento, mientras la carne vacuna al mostrador aumentó un 15 por ciento. Entonces, un factor alcista compensó el otro bajista y logró que se alcanzara el equilibrio en el mercado.

Por otro lado, esta "queda" de la carne vacuna determinó que el precio del novillo ya se ubique 5 por ciento por debajo del promedio histórico frente a un incesante aumento de costos directos y de impuestos, un comportamiento que comienza a traducirse en el bolsillo de los productores, lo que tampoco favorece un proceso de retención vigoroso.

Mercado global

Últimamente, el mercado internacional de carne vacuna emite muy buenas señales. El protagonista principal de la escena es China, un país que demanda volúmenes crecientes de productos cárnicos de bajo valor. Está siendo bien abastecido por Australia, Brasil, Uruguay y por la Argentina y, desde hace unas semanas, por los Estados Unidos.

En lo que va de 2017, China permitió incrementar los embarques argentinos en volumen y valor, sobre todo en los últimos meses. Por esta causa, Iriarte no descarta que se termine el actual año comercial mejor que en 2016, con exportaciones que muestren una tendencia hacia las 300.000 toneladas. Se observa una oferta algo mayor de novillos pesados y un relativo estancamiento de la oferta de terneros, con cierta recuperación de la etapa de recría, aunque por ahora muy tenue.

Ayudarían a esta recuperación gradual de las exportaciones argentinas la sequía de Australia, las limitaciones que evidencian los Estados Unidos (por presencia de hormonas y antibióticos en la carne) y los escándalos de los frigoríficos brasileños, que generan controles meticulosos en todos los embarques que concreta el país vecino.