La ampliación y protección de los bosques, la transformación industrial y la producción aguas abajo para la satisfacción de las necesidades básicas de la población, son los tres horizontes que persigue la empresa Maderas del Orinoco para así convertirse en una alternativa de desarrollo económico en el país.

En entrevista exclusiva para El Mundo, Economía y Negocios, el presidente de la empresa forestal, Jhan Urdaneta, afirmó que las plantaciones en los bosques superaron las 10 mil hectáreas este año, lo que representa un incremento de 303% con respecto al año pasado.

Uno de los elementos fundamentales para el logro de la meta, se debe al control de los incendios, en primer lugar, y el trabajo de reposición en los bosques. En este caso, la reducción de los incendios en 83% fue clave para alcanzar el objetivo de planificación con respecto a las plantaciones.

En cuanto al proceso de producción e industrialización del área forestal, Urdaneta subrayó que se está garantizando el envío de materia prima a las compañías transformadoras del sector, así como se trabaja en un encadenamiento productivo con las empresas del aluminio a través de la innovación de proyectos que puedan generar en un futuro el ahorro y generación de divisas.

“Nuestra relación con las empresas privadas es primordial. Le suministramos el 90% de materia prima para que lleven a cabo el proceso de transformación de la madera”, aseguró el presidente de la empresa forestal.

Durante el proceso de comercialización de la madera a los proveedores, los trabajadores de Maderas del Orinoco visualizan un nudo crítico en el proceso de negociación. En algunos casos, la madera ha sido vendida a “falsos productores” que desvían el uso de la materia prima para cometer delitos económicos como la especulación y la usura.

A juicio de Urdaneta, la creación de Corpoforestal es fundamental para detener la mafia de la madera y controlar el precio del bien. El valor del metro cúbico de la madera en pie, por ejemplo, oscila los 8.000 bolívares, y algunos intermediarios o comerciantes de la madera la colocan en un millón 200 bolívares.

Con respecto a la satisfacción de la demanda de empresas del aluminio, Maderas del Orinoco suministra varas verdes de eucalipto a Venalum y Alcasa, necesarias para mejorar su proceso productivo. En el primer trimestre del año, se habían entregado 156 mil 160 varas verdes a las dos reductoras del aluminio, lo que representaba, en ese momento, el 40% de la meta anual.

Además, los proyectos de innovación están orientados en la transformación de la resina cruda en trementina, cuestión que adelanta la estatal. La trementina es utilizada en la industria petrolera. Una tonelada de resina está valorada en 800 dólares, mientras una tonelada de trementina tiene un precio en el mercado internacional de 1.500 dólares.

Sobre las exportaciones y otros proyectos

Urdaneta informó que en el último trimestre del año se tiene previsto realizar una exportación de aproximadamente mil kilos de semilla de pino caribe, lo que se traduciría 600 mil dólares en divisas. Todavía se desconoce el destino de la venta internacional, aunque uno de los mercados cautivos podría ser Brasil.

Por su parte, la empresa forestal en conjunto con la Gobernación del estado Monagas y empresas privadas, realizaron una exportación este año de 35 mil toneladas de astillas a Turquía, lo cual generó 800 mil dólares en divisas.

Las ganancias fueron invertidas en su totalidad para la importación de alimentos de primera necesidad, específicamente en la conformación de las Bolsas Clap en Monagas.

En cuanto a otros proyectos que la empresa adelanta, su presidente recalcó que en el caso de Pulpaca, la obra se encuentra en 80% de ejecución física, y, en estos momentos, el Ministerio de Industrias Básicas se encuentra en una fase de renegociación para arrancar de nuevo el proyecto. Se requieren 500 millones de dólares para finalizar la empresa de pulpa y papel, que tendría una capacidad instalada de 250 mil toneladas de papel al año. Fuentes del ministerio señalaron que están buscando una negociación donde se culmine la obra a cambio de una parte de la producción de madera.

Asimismo, la corporación forestal tomó control del proyecto de Pdvsa Industrial vinculado a la construcción de seis aserraderos, de los cuales solo está lista la primera línea de producción. “Aspiramos que para este año esté en funcionamiento todas las líneas de producción”, dijo Urdaneta.

Las mesas-sillas

El convenio entre Maderas del Orinoco, Inces y la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede) está diseñado para entregar 650 mil mesas-sillas a planteles educativos de todo el país durante todo el año escolar.

“Nuestro papel es entregar los kits de madera al Inces, para que ellos en sus amplios talleres realicen las mesas-sillas. Hasta los momentos, se han ejecutado 50 mil mesas-sillas para las distintas escuelas del país”, explicó Urdaneta.
El funcionario mencionó que entregaron, además, 1.300 metros cúbicos de madera en pie para distintas carpinterías en el territorio nacional.

Nudos críticos

El presidente de Indorca, Engelbert Morillo, manifestó que las empresas transformadoras tanto pública como privada, han reducido su capacidad productiva por la falta de combustible en el estado Monagas, la carencia de insumos necesarios para las distintas actividades económicas y la contracción del 50% de la producción de madera rolliza.

Explicó que la falta de g asoil y gasolina está afectando desde el traslado de los trabajadores a sus puestos de trabajo hasta el envío de la materia prima a los productores. “Todo esto se le suma la contracción del volumen de producción de madera rolliza por parte de Maderas del Orinoco”, acotó.

Ante este escenario, el presidente de Maderas del Orinoco, Jhan Urdaneta, argumentó que la carencia de combustible “no ha afectado la productividad de nuestra empresa” y subrayó que “estamos garantizando la materia prima a nuestros clientes”.