La Unión de Vendedores de Carne (UVC) ya presentó ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca dos nuevas solicitudes para importar más pollos enteros congelados y sin menudos desde Brasil.

Tras la compra del primer contenedor con 22.000 kilos, el que estaría llegando la próxima semana —pues entre que se autorizó la solicitud de importación y la compra, pasaron varios días— la gremial busca que el ingreso de esa materia prima sea fluido.

Con la importación, los carniceros intentan frenar la escalada del precio del pollo en el mercado interno, apelando al mayor productor mundial de carne aviar, cuya calidad de producto es aceptada por Japón, Emiratos Árabes, China, Unión Europea y otros mercados con altas exigencias sanitarias y de calidad.

La meta de los comerciantes es que el ingreso de pollos congelados desde Brasil se mantenga estable, a la espera de que los precios de la materia prima local bajen.

El ingreso de pollos congelados desde Brasil se abrió en 2007 y la Unión de Vendedores de Carne ha utilizado esta alternativa varias veces a lo largo de los años, cuando lo ha precisado. El acuerdo entre los sectores privados de Uruguay y Brasil estableció una cuota de hasta 120 toneladas de pollo entero sin menudos. Tras el nuevo mapa de gripe aviar, Brasil quedó posicionado como el principal proveedor, pues nunca padeció la enfermedad. Sin embargo, años atrás, entraron pechugas desde Estados Unidos.

En los últimos 40 años, la industria avícola brasileña exportó 60 millones de toneladas de carne aviar por US$ 94 mil millones. Fueron 2,4 millones de contenedores a 203 países, según cifras de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA). Brasil es desde 2004 el mayor exportador mundial de carne aviar.