El trigo bajo agua en nuestro país abre una incógnita para la producción.

Semana de estimaciones claves para el mercado. Las grandes existencias en el mundo parecen condenar las cotizaciones a la baja. Aunque, en el caso del trigo, la acción de la demanda y la caída de la producción mundial amortigua este escenario sobre-ofertado.

Según el último informe mensual de oferta y demanda de granos publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el uso global del grano de trigo subió 0,5 millones de toneladas, que en combinación con suministros iniciales más acotados, las existencias finales mundiales se reducen 1,6 millones de toneladas respecto al informe del mes de agosto.

El día de la publicación del USDA, la rueda del trigo marcó un repunte de u$s 2,7 en Chicago y extendió la racha alcista hasta el día jueves a u$s 157,4/t. A esta misma altura del año pasado la cotización en CBOT se encontraba en el orden de los u$s 135/t; valores mínimos de los 10 últimos años.

Este año, la cosecha de Estados Unidos será de 47,3 Mt; 15,5 millones menos que la campaña pasada y la más baja de los últimos 15 años. Otra campaña con datos similares ocurrió hace 44 años, en 1973/74. Esta caída es parcialmente compensada por Rusia que se encamina a batir todos los records con 81 millones de toneladas; 8,5 millones más que el ciclo anterior. Sin embargo, algunos analistas comentan que si no pueden vender este excedente productivo, la escasez de almacenamiento causaría algunas pérdidas.

Finalmente a nivel global, la producción de trigo 2017/18 quiebra la tendencia alcista de las últimas 5 campañas para caer 8,5 Mt y ubicarse en 745 millones de toneladas. Pese a ello, las existencias mundiales iniciales siguen siendo formidables y elevan la relación stock final/consumo a un record de 36%.

Según las estimaciones del USDA, Argentina aportaría nuevamente 17,5 Mt de trigo para el ciclo 2017/18, lejos de las expectativas privadas locales que esperan 1 millón menos. La Guía Estratégica para el Agro estimó los excesos hídricos arrebataron 150 mil ha en Buenos Aires de la siembra y ahora, por el último evento de lluvia, ya se calculan 100 mil ha pérdidas de lotes implantados en el centro, oeste y noreste de Buenos Aires. Bajo este panorama, el área triguera nacional cae a 5,4 millones de hectáreas y, considerando productividades medias, la cosecha 2017/18 se ubicaría entre 16 - 16,5 Mt frente a las 17 Mt del ciclo previo.

Hay imágenes que dicen más que mil palabras. La siguiente foto satelital realizada por el INTA muestra claramente las hectáreas anegadas al 31/8 en color celeste que se suman a las recientes inundaciones del pasado fin de semana (azul).

Frente a esta oferta triguera azotada por las inundaciones y con compras de la exportación que a la fecha comprenden un 19% de la producción estimada, los acotados stocks finales proyectan un escenario alcista para la campaña 2017/18. 

En tanto, en el recinto local el trigo 2016/17 entró en letargo desde el comienzo de este mes y se estabilizó en un valor de compra disponible de $ 2.600/t, con 50 pesos más de mejora bajo la condición contractual. Sin embargo, esta semana reaparecieron los premios por calidad, los forwards para la nueva cosecha y se sumaron más compradores activos. Las entregas en enero y febrero del 2018 fluctúan de u$s 160 a 163 por tonelada. Por su parte, en el mercado de futuros de Buenos Aires, el trigo tocó un piso de 160 dólares el 5 de septiembre y desde entonces tomó la senda alcista hasta los u$s 165,5/t.