Los principales protagonistas de la industria del bioetanol se reunieron durante dos días en Río Cuarto para reflexionar sobre el futuro de una actividad que ha tenido un crecimiento exponencial y que está transformando a muchas ciudades de la zona núcleo maicera.

En el marco del Taller de Etanol Combustible (TECO) los representantes de la industria presentaron números que muestran que están llegando al límite de la capacidad instalada y transmitieron su intención de realizar grandes inversiones para ampliar esa capacidad en la medida que el gobierno le permita aumentar la proporción del etanol en la mezcla con la nafta, que actualmente se limita al 12%. "Estamos utilizando 1,5 millones de toneladas de maíz y pensamos que en el corto plazo podemos llegar a 4,5 millones de toneladas para responder, por ejemplo, a la exigencia de un corte del 25%. Esto implicaría una necesidad de inversión de mil millones de dólares, totalmente factible", expresó Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz en una de las conferencias.

Enseguida llegó la presentación de Agustín Torroba, director de Biocombustibles del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, quién expresó que la visón del gobierno es la de aumentar la participación de los biocombustibles en la matriz de combustibles líquidos y que para eso ya se encuentra funcionando una mesa interministerial. Y aunque no quiso entrar en demasiadas precisiones sobre los cambios que preparan en materia regulatoria, dio un adelanto concreto al opinar que "sería muy atractivo introducir la tecnología flex, con un quinto surtidor de alcohol hidratado y mantener el corte al 12%", para luego remarcar que el tema aún está bajo análisis.

El impacto social que han producido las nuevas plantas quedó reflejado en el panel que reunió a presidentes de empresas productoras como Manuel Ron (Bio4) y VictorAccastello (ACA BIO), con los intendentes Juan Manuel Llamosas (Río Cuarto) y Aldo Etcheverry (Alejandro Roca). Allí se mostró como la instalación de nuevas industrias generadoras de empleo de calidad producen toda una transformación en las comunidades en las que se insertan, contribuyendo a retener a los jóvenes, a la llegada de nuevos profesionales, al surgimiento de nuevas ofertas educativas y a la creación de todo un ecosistema de servicios en torno a estas propuestas de agregado de valor en origen.

En cuanto al futuro, en el taller se analizó la gran oportunidad que existe para los biocombustibles ante la necesidad de reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero. En este sentido, William Yassumoto, director de Biorrefinerías de Novozymes, colocó como ejemplo el mercado automotor: "La cantidad de autos se va a triplicar para 2050 y los biocombustibles son la fuente de energía más sustentable y con mejor relación de costo/beneficio del mercado. Con la penetración actual, los biocombustibles ya generan un ahorro equivalente a las emisiones que producen anualmente 17 millones de autos propulsados con combustible convencional".

El encuentro incluyó además una serie de charlas técnicas de expertos de países como Estados Unidos, Brasil, Canadá, Austria, India y Dinamarca. Organizado por la empresa Novozymes, el TECO busca crear un espacio de interacción y generación de conocimiento para toda la industria. Según Emerson de Vasconcelos, presidente de Novozymes para América Latina: "Uno solo no puede cambiar el mundo, es necesario generar alianzas y consensos para lograrlo, por eso es una gran satisfacción ver que podemos poner en una mesa a gente de distintas partes de la cadena para pensar y trabajar en proyectos orientados a la sustentabilidad. Nuestro objetivo es crear un mercado de bioeconomía porque creemos que el mundo va a ir en esa dirección".