A esta altura toda la actividad agropecuaria de la provincia se encuentra bajo distintos niveles de riesgo. La fina evoluciona en un contexto condicionado por los excesos, las pasturas se han reducido en forma destacada en la zona de engorde y es incierto el área que quedará en aptitud para comenzar la gruesa en fecha. Esta descripción resume sin mayores detalles los principales inconvenientes que afectan a la provincia de BA y que no son ajenos a otras áreas del sudeste de CB y el sudoeste de SF.

Favorablemente el mal tiempo se ha desplazado hacia el noreste del país. Con epicentro en la provincia de Corrientes las lluvias se concentrarán en los próximos días sobre el centro norte de la Mesopotamia, tomando también parte del noreste de ER y sin dar respiro al territorio uruguayo, el cual viene con el mismo grado de gravedad en la problemática hídrica. En realidad, es el territorio entrerriano, se suma al uruguayo y al bonaerense para definir una vasta zona con grandes problemas hídricos.

La foto actual define un panorama que es complejo de revertir. Son dos razones las que convergen para precisar este escenario. A los excesos que se concretaron en el otoño y se afianzaron en el invierno, se le suma el natural incremento de las precipitaciones que se evidencia durante el inicio del semestre cálido. No es cuestión de sacar conclusiones pesimistas simplemente es poner negro sobre blanco el riesgo al que se enfrentan las zonas inundadas.

Entendemos que el panorama para el inicio de la gruesa es muy complejo en vastas zonas de BA. El punto es que aún en áreas relativamente altas, los accesos vía caminos rurales están muy comprometidos. Deberíamos ingresar en un período seco de por lo menos dos meses para evacuar los excesos de la provincia de BA en forma eficiente, aun sin solucionar el problema en forma definitiva. Dado que este escenario climático es realmente poco probable, es claro que habrá que extremar las estrategias para lograr implantar los cultivos de la gruesa. Como mínimo hay que analizar el corrimiento de las fechas usuales. Septiembre ya está totalmente condicionado, habrá que dejar hablar al mes de octubre para ver si abre la puerta a la posibilidad de labores de siembra para el mes de noviembre. En los últimos años se ha debido lidiar mucho con los excesos, pero hace muchos años que una campaña gruesa no arranca con tantas incertezas acerca de la potencial área que quedará apta para la implantación.