En agosto la faena de hembras volvió a crecer en mayor proporción que la de machos, 10,8% vs. 3,6% anual. No obstante ello, la participación de las hembras en la faena total se mantuvo en 42,8% durante agosto del corriente año. Este guarismo indica que los productores ganaderos no están ni reteniendo masivamente vientres para incrementar el rodeo vacuno, ni tampoco están reduciendo los planteles de madres.

Por otro lado, la faena de hacienda vacuna llegó a 8,3 millones de cabezas y exhibió una recuperación de 8,3% interanual. La faena de hembras representó 42,5% del total (+1,8 puntos porcentuales en términos anuales).

 

En el octavo mes del año la producción de carne vacuna totalizó 248 mil tn res con hueso (tn r/c/h), resultando 6,0% mayor a la registrada en el mismo mes de 2016. La mayor cantidad de cabezas faenadas (6,6% anual) se combinó con una leve reducción del peso promedio del animal en el gancho (declarado; -0,5% anual).

En el acumulado del año, el volumen producido de carne vacuna fue de 1,867 millones de tn r/c/h, superando en casi 8,0% la producción registrada en enero-agosto del año pasado. La producción creció menos que la faena total, debido a la caída del peso promedio en gancho (declarado), que fue de 0,3% anual, al pasar de 0,2256 a 0,2249 tn r/c/h entre los períodos considerados.

El mercado interno habría absorbido 90,8% del mayor volumen ofrecido. En total se enviaron al mercado interno 1,701 millones de tn r/c/h de carne vacuna, lo que representó también 91,1% del volumen total comercializado.

El crecimiento de la absorción doméstica se tradujo en una recuperación del consumo (aparente) de carne vacuna por habitante. En los primeros ocho meses del año llegó a un promedio de 57,9 kg/año (+6,8% anual). Y cuando se considera el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo por habitante subió a 57,8 kg/hab/año, exhibiendo una mejora de 3,7% anual.

En agosto, como en meses anteriores, el precio de la hacienda vacuna sufrió algunos aumentos producto de las intensas lluvias que han caído en casi todo el territorio nacional, generando problemas de abastecimiento por el mal estado de los caminos rurales que impiden y dificultan la salida de los animales de los campos. Por otra parte, el exceso de lluvias genera que la hacienda encerrada en corrales de engorde esté sometida a condiciones inapropiadas que retrasan su terminación. Este consecuente retraso en el engorde de los animales está evitando un aumento de la producción (sobreoferta) y el consecuente impacto (caída) sobre los precios del gordo.

El precio promedio de la hacienda comercializada a través del Mercado de Liniers volvió a subir y marcó un nuevo máximo (nominal) histórico durante el mes pasado. En esta oportunidad, fueron cuatro de las siete categorías en que se clasifican los animales las que empujaron hacia arriba el promedio, en particular los toros y las vacas. En el otro extremo se ubicaron los animales jóvenes, con leves subas con respecto a julio e incluso con una caída en el caso particular los MEJ.

El precio promedio llegó a $ 28,494 por kilo vivo en el octavo mes del año, lo que implicó un avance de 4,6% mensual y un alza de 13,4% interanual. En la comparación mensual, las vacas y los toros fueron las categorías con mayores subas de precios: 11,8% y 10,4%, respectivamente. En un segundo escalón se ubicaron los novillitos y los novillos, con aumentos de 3,3% y 3,1% mensual. Por su parte, el precio promedio de las vaquillonas sólo subió 1,0% en relación a julio, el de los terneros se mantuvo casi constante (0,1%) y el de los MEJ disminuyó 2,8%.

Al comparar los valores de agosto de 2017 con los de agosto de 2016, todas las categorías registraron aumentos similares. Las vacas mostraron la mayor suba del precio promedio, 14,3% anual. Detrás se ubicaron los novillitos (12,2%), los novillos (11,9%), los terneros (11,6%), las vaquillonas (11,0%), los toros (10,3%) y los MEJ (7,3%).

El valor promedio de los cortes de carne vacuna comercializados en los mostradores del Gran Buenos Aires apenas aumentó 0,3% entre julio y agosto de 2017, quedando 14,3% por encima del promedio observado en agosto de 2016 (ritmo que resultó similar al del valor de la hacienda en pie). En tanto, la carne aviar registró una suba de 2,0% mensual, si bien en términos interanuales apenas creció 8,0%. De esta forma, el precio del pollo experimentó una caída de 5,5% interanual en relación al precio promedio de los cortes vacunos.

Por su parte, la carne porcina verificó un aumento de 0,8% con respecto a julio y el mayor aumento interanual entre las carnes consideradas, que llegó a 19,0%. Esto implica que entre julio y agosto del corriente año el precio relativo de la carne porcina subió 0,5% respecto al de la carne vacuna y bajó 1,2% en relación al de la carne aviar. En términos interanuales, el precio de la carne porcina se encareció 4,1% con respecto al de la carne vacuna y 10,1% con relación al de la carne aviar.