En los primeros ocho meses del año la reactivación en la compra-venta de terrenos apenas se sintió, en un sector caracterizado por el aumento de la oferta y la escasez de la demanda. Así y todo, los dueños de la tierra se resisten a bajar los precios.

El análisis parte del presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), Mariano Maurette, que destacó que todo este panorama se se enmarca en un contexto en el que la zona maicera se comercializa a u$s 15.800 la hectárea. "El vendedor intransigente no vende. Tenemos que ser creíbles con nuestro capital, no debemos ser rígidos, hay que hablar de rangos razonables", recomendó el directivo al referirse a la valuación de los campos, y la distancia existente entre lo que pide el propietario de la tierra y lo que está dispuesto a pagar el comprador.

Sin embargo, resaltó que las pocas operaciones de los últimos meses duplicaron las que se realizaron el año anterior, en el que la actividad todavía había sido más baja, producto de las políticas de retenciones previas. "Cada tres corredores, uno hizo un negocio. Estamos en un camino de reactivación que se va a ir consolidando", confió.

Entre los reclamos del sector se destaca la flexibilización de la Ley de Tierras 26.737, que impide que grandes inversores extranjeros puedan comprar tierra, con un límite de hasta 1000 hectáreas en zona núcleo o su equivalente de acuerdo a la provincia. "Queremos que ese límite se flexibilice. La tierra no se la van a llevar", afirmó Maurette, que además agregó que actualmente la tierra ocupada por los extranjeros no superan el 6% del territorio.

En cuanto a los precios, destacó que la curva del precio fue "ligeramente" ascendente, e indicó que en los últimos 40 años el precio de la tierra en el país aumentó ocho veces. "Nosotros los operadores avalamos la sensación de pedir más dinero por el campo pero la demanda no lo convalidó. El mercado no se movió. Siguió trabado", describió, al tiempo que graficó que el inversor que quiere refugio de capital "se olvidó del negocio agropecuario", y privilegia otras inversiones como las inversiones financieras.

Según los datos oficiales que maneja el Ministerio de Agroindustria, la cosecha para la próxima campaña se prevé que llegará a un récord de 137 millones de toneladas de granos.