La Argentina buscará que a partir de mayo de 2018 se elimine la cuota para exportar leche en polvo a Brasil. Desde 2009, el sector privado negocia con su par brasileño un cupo de ingreso. Comenzó en 3600 toneladas por mes y el año pasado se ubicó en 4600 toneladas. Recientemente la industria consiguió negociar una ampliación a 5000 toneladas.

Uruguay no tiene cupos y por mes viene exportando a ese país al menos un 20% más que la Argentina. Según contó una fuente oficial, en la reunión del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), donde están las autoridades agropecuarias de los países de la región, Brasil dijo que quiere ofrecer "igual trato" a las exportaciones de la Argentina y de Uruguay. "Reconoció que no puede haber diferencias a nivel del Mercosur", explicó la fuente. Para la Argentina, esto significará que buscará vender sin cupo igual que Uruguay.

Las últimas estadísticas oficiales reflejan una fuerte baja de las exportaciones de productos lácteos argentinos en general. Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), en los primeros siete meses del año las ventas al exterior bajaron un 31,5% en volumen. En total, se colocaron 115.756 toneladas, por debajo de las 169.740 de igual fecha del año pasado.

De todos los productos comercializados, fue la leche en polvo la que registró la mayor retracción: bajó un 44%. De un nivel de exportación de 81.898 toneladas en los primeros siete meses de 2016 se pasó a 45.969 en 2017.

La retracción de las ventas totales en valor fue del 14,7%. La exportación de lácteos dejó US$ 374,5 millones, por debajo de los 441,1 millones de los primeros siete meses del año pasado. En el caso de la leche en polvo, que representa casi la mitad del negocio, la caída en plata fue de un 29%, de US$ 210,7 millones en los siete primeros meses de 2016 a 147,8 millones este año.

La caída de la producción el año pasado (-12,5%, y se ubicó en 9895 millones de litros) y la de los primeros meses de 2017 dejaron menos leche para transformar en productos de exportación. No obstante, en julio pasado la producción de los tambos registró un crecimiento del 5,3% respecto de junio y acumuló así cuatro meses seguidos de aumento.

Tener menor producción para exportar impidió que se pudieran aprovechar los precios de exportación, que subieron respecto del año pasado. Según el OCLA, en los primeros siete meses del año el precio implícito fue de US$ 3206 la tonelada, un 23,7% más respecto de igual período de 2016.