En 2000, Fernando Mónaco dejó San Isidro, tras años de trabajar en una empresa de gas licuado, y se instaló en Bolívar. Lo hizo atrapado por la idea de dedicarse de lleno a la producción agropecuaria. Empezó con 28 hectáreas propias y alquiló otras 43. Hoy tiene 58 vacas, pero por la inundación, donde según los productores el 100% del partido está bajo el agua, el futuro de su actividad es incierto. "Probablemente me quede con la mitad de esas vacas porque no puedo seguir asumiendo el costo de alimentarlas. Yo quería seguir creciendo", le dijo Mónaco a LA NACION. Con las 43 hectáreas alquiladas inundadas, en las 28 hectáreas propias arrinconó a los animales para dar el alimento que compra.

En Bolívar, en lo que va del año cayeron 1400 milímetros, 500 milímetros más que el promedio anual. El viernes pasado falló una tormenta que los productores pensaban que iba a agravar la situación, pero ahora hay otro frente de precipitaciones previsto hasta el viernes. Hay temor. Además de las lluvias, por vertientes ingresa agua del río V y al arroyo Vallimanca llega agua, vía otros arroyos, de las lagunas Encadenadas del Oeste.

Fernando Alzueta, presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, aportó un dato que pone en escena el drama de este partido. En los últimos 40 años allí tuvieron 16 inundaciones, una cada 2,5 años. "Cada dos años y medio perdés todo", dijo Laura Hernández, productora.

Alzueta dice que de las 500.000 hectáreas del partido hoy el 100% se encuentra bajo el agua. Hay graves problemas para la ganadería, con mortandad de hacienda.

Además, los 2800 kilómetros de caminos, entre municipales y en coparticipación con la provincia, "están destruidos". La semana pasada, 500 productores se movilizaron para reclamarle obras al intendente Eduardo "Bali" Bucca, hoy también candidato a diputado nacional por el espacio que lidera Florencio Randazzo.

En la campaña pasada, allí se sembraron 25.000 hectáreas, entre trigo y cebada. Según Alzueta, este año el número es cero. Este mismo productor pensaba hacer 300 hectáreas de trigo, pero no pudo. "Tengo 80 a 90% del campo inundado", contó. "En este partido se hacen unas 150.000 hectáreas de agricultura (entre trigo, maíz, soja y girasol) y creo que, como optimista, este año se va hacer 40 a 50% si el agua baja algo", indicó. Todavía quedó un 30% de la cosecha pasada de soja y maíz del partido sin levantar. Hernández agregó que toda esta situación genera un "desgaste psíquico y emocional".

Contención

Desde el gobierno provincial, Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria, estuvo la semana pasada recorriendo las zonas afectadas de Daireaux, Bolívar, Nueve de Julio y Bragado. Además, pasó antes por Junín. Según el funcionario, "lo primero es contener, estar en el lugar en persona".

"Lo que hacemos es contarle a la gente el cronograma de obras. Lo que es inmediato, que es la colocación de alcantarillas; segundo, las 53 obras que afectan estos 18 municipios, que son de este año y el que viene (todas terminan el año que viene, dijo), por 3800 millones de pesos de inversión en general, y, después, la cuarta etapa del Salado (abarca 170.000 kilómetros cuadrados, la mitad de Buenos Aires)", expresó. Para Sarquís, terminados los trabajos un 80% de los problemas hídricos "van a desaparecer" y se recuperarán dos millones de hectáreas productivas.

Fernando Mónaco - Productor: "Yo quería seguir creciendo, pero voy a vender las vacas porque no puedo cubrir el costo del alimento"

Fernando Alzueta - Productor: "Los rodeos de hacienda están en plena parición y no hay pasto para los animales"

Laura Hernández - Productora: "Hay gente que no puede salir de los campos; esto genera un desgaste psíquico y emocional"