En el marco de la Expo Rafaela el diario La Opinión entrevistó a Pedro Morini, secretario de Lechería de Santa Fe, expresando que “hoy tendríamos que producir entre cinco o seis millones de litros y recién para fin de año vamos a andar por esa cifra, si no tenemos algún inconveniente, y los 8,5 millones tendremos que soñar para el año que viene porque este año será imposible que los podamos recuperar. Si el sector mejora especialmente en el sector industrial, si Sancor se vuelve a recuperar como lo vemos que lo está haciendo lentamente, bien y a paso firme, creo que el año que viene vamos a tener un panorama distinto. Si no hacemos bien las cosas y sacamos los saldos exportables, vamos a volver a caer en el viejo problema que tenemos siempre cuando llega la época que sobra leche el precio cae.

Creo que el precio se va a mantener, hay empresas con faltante de leche porque no alcanza; uno de los problemas que tenemos es la falta de manteca que no es por falta de producción láctea sino por falta de exportación de leche en polvo descremada, con lo cual no hay crema y se está trayendo algo de manteca del Uruguay. En el mundo se está incrementando mucho el uso de la manteca, la gente está abandonando las margarinas y está volviendo a lo tradicional, que es mucho más natural”.

Hace unos días se publicó un informe en el diario La Nación en el que decía que el precio de la leche en góndola en Argentina es el segundo más caro del mundo, a lo que el funcionario provincial respondió que “no es tan así, yo estuve en Uruguay hace unos días y el precio está muy parecido a la Argentina. Depende de las políticas de cada país, hoy creo que la leche tiene una alta carga impositiva y un alto agregado de precio cuando llega a la cadena del supermercado. Cuando las grandes cadenas de supermercados desembarcaron en la década de los 90, las diferencias que hacían se estimaba entre un 9 y 10%, y hoy tenemos productos en el caso de los quesos que están cargados entre un 70 y 80%. Las empresas reclaman el alto costo laboral e impositivo, pero no es lo que corresponde porque el productor antiguamente recibía en las épocas buenas y normales un tercio de lo que valía la leche en góndola, y hoy está recibiendo casi un quinto. Hay leches que valen cinco veces más de lo que se le paga al productor”.

– ¿No se puede buscar una mesa de diálogo entre productores, Estado, empresas y supermercados para disminuir la carga impositiva y hacer un precio más competitivo?

– El Gobierno lo ha intentado, pero es muy difícil llevar a estas empresas que uno ni siquiera conoce quién es el CEO de las grandes marcas, no hablemos de quién es el dueño. Sabemos que son siete las grandes empresas que manejan hoy el 80% de la comercialización de alimentos en la Argentina. Es muy difícil poder tranzar con empresas que tienen tanto o más poder que el propio Estado.

Fuente: Infortambo