Sin recurrir a la pantalla de los principales bancos oficiales, el Central salió directamente el jueves al mercado para frenar lo que parecía un atisbo de suba.

Puso un poco más de US$40 millones y el dólar siguió por debajo de los $18 iniciando otra etapa en la que el Banco Central operó sin intermediario alguno en el circuito cambiario para serenar las aguas, aun cuando la agitación era poco menos que incipiente.

El dólar en modo elección habría llegado para quedarse, a contar por el ánimo de varios funcionarios que sobre el fin de semana destacaban los datos de una encuestadora cercana al Gobierno que mostraba que Cristina Kirchner se había estancado y que Esteban Bullrich había logrado avanzar algunos puntos en la contienda legislativa de la Provincia de Buenos Aires.

Para algunos funcionarios ese resultado respondería a los buenos datos de la recaudación de los impuestos ligados al consumo y el repunte en julio de la industria y la construcción pero que no logran esconder algunas fallas evidentes en la coordinación del mensaje oficial.

El ministro Nicolás Dujovne afirmando que este año los salarios “le ganarán por goleada” a la inflación o haber puesto sobre la mesa la discusión sobre un aumento de la edad jubilatoria (importante pero inoportuna) sacan a la luz la imposibilidad de encarar reformas económicas de largo plazo en tiempos electorales que, en la Argentina, son cada dos años.

La economía es uno de los focos de campaña y allí la “grieta” entre Gobierno y oposición se abre con marcada intensidad.

Desde la Casa Rosada se destaca la mejora en la venta de motos, autos, materiales de construcción, cemento, acero, etc. Desde la oposición se resalta que las ventas de alimentos, especialmente en supermercados, siguen marcando signos negativos y que el golpe a los bolsillos por la suba de las tarifas aún no se recupera.

La discusión sobre la creación de puestos de trabajo se transforma en un diálogo de sordos en que la estadística oficial muestra una recuperación del empleo en blanco, de la mano de la construcción, y la oposición pone el acento en los puestos que se perdieron el año pasado.

Atrás quedaron los tiempos en los que, por la manipulación de las estadísticas, la ex presidenta afirmaba sin sonrojarse que la pobreza había bajado al 5% y uno de sus ministros llegó a decir que en la Argentina había menos pobres que en Alemania.

En siete días se correrá el telón de las PASO y una de las preguntas que se escucha es : ¿Qué pasa con el dólar si gana Cristina ? Nadie sabe la respuesta. Pero tanto los mercados como el Gobierno hicieron sus previsiones.

La decisión del Central de intervenir directamente, sin la intermediación de los bancos Nación, Provincia o Ciudad, demuestra que Federico Sturzenegger buscó dar la señal clara de que el dólar electoral tiene un techo y que cuenta con los instrumentos (reservas por US$ 46.800 millones) para controlarlo.

Y hay un dato adicional que analizan Federico Furiase y Martín Vauthier en esta edición del Económico (ver pagina 4): el dólar de $18 se empareja con la inflación.

Ese argumento y tasas de letras por encima del 26% aparecen como algún tipo de reaseguro de estabilidad frente a los resultados de la política, a horas de las PASO.