"Ante la situación adversa de dos cosechas anormalmente escasas, que redujeron el stock de vino, socios de Bodegas de Argentina, se vieron forzados desde fines de 2016 a importar vino para garantizar el suministro del mercado interno y preservar el vino argentino para el mercado externo, que tanto esfuerzo costó conquistar", explicó la entidad en un comunicado.

Según Bodegas de Argentina, "dichas importaciones han cumplido con las normativas nacionales e internacionales vigentes, las cuales fueron controladas en todos los casos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV)".

Asimismo, aseguró la entidad, "en la medida que se ha incrementado la oferta de vino en el mercado de traslado en el primer semestre de este año, la importación de vinos ha ido disminuyendo como lo demuestra la evolución de las importaciones de los primeros seis meses".