Laura Pezzi, de la cabaña Los Ceibos, de Tandil, que hace Hereford y Angus, remarcaba que las perspectivas para las cabañas ganaderas son buenas. Y lo argumentaba con los precios. "Están un 7% arriba del año pasado, con toros en 50.000 pesos promedio para el servicio de vaquillonas", afirmó.

"Al ser buenos los remates te dan perspectivas de precios", agregó. La cabaña tiene 33 años, en tanto que la empresa familiar suma 79 años.

Pezzi marcó contrastes entre el gobierno anterior y el actual. "Con el anterior costaba llevar adelante la cabaña. Con el actual hay más facilidades para créditos. Sacamos uno del Santander Río para un mixer y otro del Nación para retención de vientres", dijo.

Jorge Sedelli, gerente de la cabaña La Paz, de Werthein, coincidió con los buenos precios para los remates. "Los remates de otoño vienen mucho mejor de lo esperado. Nosotros -en una reciente subasta- tuvimos un 30 a 35% más que el año pasado", indicó.

Destacó que el mercado de reproductores "se va a ir afirmando más" en la medida que mejoren las contingencias climáticas. "Un toro PC (puro controlado) que estaba en 35.000 a 40.000 pesos el año pasado hoy está en $ 50.000. Hay necesidad de reposición", expresó.

Por nuevas tecnologías, como la transferencia embrionaria, que facilita el acceso a buena genética para las cabañas, subrayó que aquí "el 50% de las cabañas son modernas, de menos de 10 años".

Según Sedelli, en esta exposición "se nota un avance importante en la homogeneidad de la raza" Angus. Dijo que antes era más sencillo buscar a los animales que podían consagrarse en la pista, pero ahora con la calidad expuesta no es una tarea simple.

"Las cabañas grandes mantienen su vigencia, pero también hay muchas jóvenes que con la transferencia embrionaria han acortado distancias", explicó.