Está claro: el mercado local se ha despegado del internacional.

A nivel doméstico, el precio de la soja se ha ubicado por debajo de 230 dólares. Un valor increíblemente bajo.

Si lo comparamos con el precio de principios de junio, es para asustarse. Valía 245 dólares. En pocos días, más de 15 dólares de baja.

¿Hubo una baja semejante en Chicago? Nada que ver.

Por el contrario, recientemente ha subido casi 3 dólares. Y ahora se acerca a 338 dólares. En cambio, al comenzar el mes estaba en 335 dólares.

La noticia tiene un aspecto bueno y, por supuesto, uno malo. ¿Por qué?

Tiene algo bueno, porque es probable que el precio mejore una vez terminado este mes.

La reticencia a desprenderse de soja ha sido más que evidente. En los últimos dos meses, el productor sólo tendía a vender cuando ésta superaba el precio disponible de $4.000.-

Según el Ministerio de Agricultura, las compras de la industria y de la exportación han alcanzado el nivel de 24,4 millones de toneladas de soja. Se trata de número más reducido, en tres años.

Pero eso no es todo. Acá, el punto es que algo más de 9 millones de toneladas han sido comercializadas con la modalidad “a fijar”

No hace mucho, el precio se aproximaba a $4.000. Pero desde hace unos cuantos días, viene girando en torno a $3.700. A veces, algo menos. De hecho, el precio de la soja de las dos o tres últimas jornadas ha sido S/Desc. $ 3.650 (Rosario).

Lo que está sucediendo es en un tanto patético.

Existe un enorme volumen de mercadería entregada, a fijar. Y la cláusula de fijación es hasta el día 30 de junio. ¡El plazo se está terminando!

Como sabemos, la industria procesadora de soja, venían afrontando sobreprecios respecto a la paridad de la exportación, con márgenes muy reducidos. Y, a veces, habrían sido negativos.

Ahora, estamos atravesando un período al que podríamos llamar de recuperación, por parte de los compradores. ¿Una suerte de revancha?

No se puede terminar este comentario, sin abrir una luminosa esperanza: la progresiva disminución de los derechos de exportación, a partir de 2018, para el complejo sojero permite alentar una mejora en los precios locales. Y no falta mucho para enero.

Además, todavía el mercado climático a consecuencia de lo que suceda en América del Norte, puede dar gratas sorpresas.