El dólar se ha revaluado frente a otras monedas, lo cual le resta poder de compra a los importadores de granos. Pero puntualmente competidores importantes tanto para EEUU como para Argentina han idos devaluando sus monedas, ganando competitividad. Fundamentalmente el real de Brasil, con quien competimos en los mercados de maíz y soja, y el rublo ruso, país gran exportador de trigo, con quien competimos por colocar el saldo de este cereal que no compra Brasil.

Otro tema interesante es que en la última semana el petróleo estuvo con presión bajista. Este suele arrastrar a los otros commodities, a la baja. Pero adicionalmente tiene un vínculo especial con los granos por la industria de los biocombustibles, tanto con el maíz como con la soja.

Localmente también tuvimos mucho movimiento en el mercado financiero. Se esperaba que Argentina fuera calificada como país emergente, pero ello no ocurrió, quedamos como país fronterizo. La diferencia es que estando calificado como emergente hubiésemos podido captar fondos de inversores globales, lo que habría significado una fuerte entrada de divisas. El mercado venía descontando que esto ocurriría, por lo que el dólar estaba con presión vendedora. Pero cuando esta expectativa no se cumplió, vimos un fuerte salto de la divisa norteamericana. Sin embargo la suba generó ventas de parte de exportadores y también del mercado financiero, con lo que el pico fue puntual, y vemos ahora una tendencia a volver a las cotizaciones previas. Esto es importante, porque si bien el productor Argentino mide su rentabilidad en dólares por tonelada, los precios en pesos también s on observados y generan gatillos de venta.

Dicho esto, nos metemos en el mercado de granos puntualmente. Si bien el estado de cultivos de maíz y soja no mejoró en el reporte del lunes, manteniéndose por debajo de la lectura de los últimos dos años, lo cierto es que el pronóstico mejoró, con más lluvias y temperaturas frescas. Esto hace pensar que la posibilidad de lograr mejores rindes suba. La sensibilidad del mercado es muy grande. Cada quintal de diferencia se multiplica por unas 36 mill.ha. Si se logran repetir los rindes récord del año pasado, los stocks de EEUU podrían dispararse, pero si el clima no acopaña totalmente, y sin llegar a un año calamitoso, los rindes bajan a los vistos en el ciclo 2013/14, la situación podría volverse muy ajustada. Con fondos que siguen vendidos en maíz y soja, esto explica porqué estamos tan sensibles a los pronósticos de clima. Y esto reci&eacu te;n está iniciando, ya que el maíz define su rinde en julio, y la soja entre fines de julio y agosto. De cambiar los pronósticos podríamos ver nuevas subas.

En el mercado local estos dos productos también se ven presionados a la baja. En el caso de la soja porque los productores siguen muy desalentados en cuanto a vender. La baja de precios de Chicago alejó los valores de los 4.000 $/tt que habían disparado ventas en su momento. Ahora con precios en la zona de 3.700 / 3.800 no se ve intención de venta. Esto nos llevó a valores en dólares de 226 U$S/tt.

Con muchos negocios a fijar venciendo el 30 de junio, los compradores ven que si hacen un esfuerzo por mejorar valores sacrificando margen de la industria, no logran comprar grandes volúmenes de la oleaginosa, pero elevan el precio de las fijaciones de lo que ya tienen recibido. Por esto prefieren atenerse a pagar valores más en línea con la paridad de exportación. Sin embargo los valores para los meses diferidos, tomando noviembre como referencia, están mucho más altos, en los 245 U$S/tt. Esto genera un incentivo a quienes tienen la soja en silo bolsa, acopios o condiciones a fijar largas, a postergar ventas. Obviamente esta situación continuará e incluso podría profundizarse esta semana, pero luego del vencimiento lo razonable sería ver que el diferencial entre el disponible y la cotización de la nueva cosecha se achiquen, subiendo el disponible.

En lo que respecta al maíz, estamos viviendo lo que esperábamos ocurriera. Está retomándose la trilla de maíz tanto en nuestro país como en Brasil. Se trata de la cosecha de segunda o tardía (safrinhia en Brasil). En el caso de nuestro país, la descarga de maíz en puerto volvió a 2.000 camiones diarios, nivel que no se lograba desde marzo. La mayor disponibilidad de grano, está llevando a que el precio caiga. No sólo a nivel local, sino también a nivel internacional. Los precios FOB del maíz Argentino están 14 U$S/tt más baratos que los de EEUU. En Brasil son 4 U$S/tt de descuento. Y con la cosecha recién retomando, podemos esperar todavía mayor presión. Los precios diferidos sin embargo, están sufriendo menos, pero de todas formas son arrastrados a la baja. La recomendación aquí sigue siendo salirse de la formac ión de precios sobre julio. Podría venderse sobre diciembre en futuros, y esperar que pase la presión de cosecha, y ni bien los valores con descarga se asemejen al diciembre, salir del término y vender disponible. Esto puede implicar incurrir en los costos de un silo bolsa. Si bien esto hace que postergar la venta sea lo mismo que vender en el disponible, lo cierto es que muchos productores deberán recurrir a silos bolsa de todas formas por logística, problemas de caminos o disponibilidad de camiones. En esos casos el silo bolsa es un costo que ya está incurrido por otras cuestiones. Adicionalemnte, para aquellos que están alejados de los puertos, es posible que la baja de fletes que habitualmente se produce cuando nos alejamos de la cosecha, ayude a compensar el costo del silobolsa.

Pasando al trigo, en el mercado internacional hay temores por problemas productivos en algunas regiones. Clima seco en Australia, Francia, España, EEUU y Canadá. Sólo Europa del Este y Alemania muestran buenas condiciones. Con fondos que estaban muy vendidos, esto llevó a que los mercados subieran.

Pasando a una realidad más local, en Brasil hay excesos de lluvia en el sur, y bajas temperaturas que podrían complicar al trigo. Mientras tanto en Argentina teníamos temor de que no se pudiera sembrar todo, pero la siembra avanza a buen ritmo, adelantada frente a otros años.

La mejora externa llevó a que los precios subieran localmente para cosecha nueva, pagándose 170 U$S/tt, que son los precios más altos que se tocaron el año pasado para el trigo en el mercado forward, y con productores que ya veían los 160 U$S/tt con buenos ojos, ahora este precio les dispara ventas.

Aquí es importante recordar que hay stocks muy altos de trigo en el mundo, y que un exportador muy agresivo como Rusia tiene no sólo altas existencias, sino buenas perspectivas de producción. Por todo esto la suba está más relacionada con posicionamiento de especuladores, y debería aprovecharse

BALANCE

Seguimos con el mercado climático norteamericano, pero esta semana el mismo fue negativo para los precios, porque los pronósticos apuntan a mayor humedad.

Sólo el trigo logra sostenerse porque el noroeste sigue seco y continúan los problemas en otros grandes productores de trigo a nivel mundial.

Localmente la soja está presionada a la baja porque hay muchas fijaciones al 30 de junio, y el maíz por la presión de cosecha de las variedades tardías.

SOJA

ALCISTAS

Buen ritmo de la demanda
Retención productor Argentino

BAJISTAS

Altos stocks EEUU y mundo
Presión de cosecha Argentina
Fuertes ventas de prod Brasil
Vencimientos fijaciones junio

DUDAS

(+) Fondos especulativos vendidos
(-) Expectativa suba stocks EEUU 17/18
(-) Podría pasar más área de maíz a soja en EEUU por clima
(-) Devaluación Real Br genera exports agresivas
(-) Mejora climática EEUU

MAÍZ

ALCISTAS

Caída área EEUU 17/18

BAJISTAS

Altos stocks EEUU y mundo 16/17
Brasil recompone producción
Aumento producción Argentina
Llegada maíz tardío sudamericano

DUDAS

(+) Especuladores muy vendidos
(+) Baja calidad de cultivos en EEUU
(-) Mejora climática en EEUU

TRIGO

ALCISTAS

Necesidad import Brasil
Agresivo ritmo export Argentina
Poco saldo exportable

BAJISTAS

Altos stocks EEUU y Mundo
Exportadores Arg comprados

DUDAS

(+) Fondos espec muy vendidos
(+) Clima seco en Europa, Australia y Canadá
(+) Expectativa baja stocks EEUU 17/18
(+) Clima EEUU

Fuente: Universidad Austral