El norte de Corrientes fue una de las principales zonas afectadas por las fuertes lluvias en el NEA. Ya se murieron 70.000 cabezas de ganado y alertan que se pueden perder otros 60.000 animales por la falta de alimento. Las pérdidas económicas ascenderían a $1.000 millones.

En aquella zona llovieron 1.200 milímetros en solo un mes mientras que el promedio anual es de 1.500 milímetros.

“Esto recién empieza”, advirtió Omar Sesoniain, productor de la zona de San Luis del Palmar, al norte de la provincia de Corrientes, quien perdió 25% de su producción.

El norte de Corrientes comprende unas 800.000 hectáreas (campos bajos) y se caracteriza por la ganadería de cría. Había aproximadamente 750.000 cabezas y estiman que la mortandad alcanzará entre el 15% y 20% de este total con pérdidas productivas que rondan los $1.000 millones en toda la provincia mesopotámica.

Tras la pérdida de 70.000 cabezas de ganado por las fuertes lluvias, ahora se estima que se pueden perder otras 60.000 cabezas por la falta de alimento.

Se calcula que este fenómeno climático afectó entre 7.500 a 8.000 productores. “Lo que va a a ocurrir es un gran problema social porque la mayoría de los productores afectados poseen entre 40 a 60 animales. La gente se quedó prácticamente sin nada”, advirtió Senosiain.

Y agregó que alguno de los productores, denominados más grandes, pudieron salvar la hacienda porque tienen más recursos.

“El agua tapó el pasto y hay muy poco alimento. Los animales van a sufrir mucho la salida del invierno”, aseguró. Y aseguró que es imposible poder comprar comida a terceros, justo en plena época de parición, por los altos costos.

Por otro lado, sostuvo que el Gobierno implementó un sistema de remate para pequeños productores. Se subasta la hacienda y el Gobierno no cobra ni flete ni comisión.