RIO DE JANEIRO (De nuestro corresponsal).- En un nuevo revés para una de las principales industrias brasileñas, Estados Unidos decidió suspender ayer todas sus importaciones de carne fresca de Brasil debido a "recurrentes preocupaciones sobre la seguridad de los productos destinados al mercado", informó el secretario de Agricultura estadounidense, Sonny Perdue.

La medida llega luego de que en marzo se realizó en Brasil la Operación Carne Débil, en la que la Policía Federal descubrió una red de sobornos en la industria cárnica, que permitió que grandes cantidades de productos salieran a la venta sin fiscalización y/o con adulteraciones. Varios países detuvieron entonces sus importaciones de carne brasileña -la mayoría luego revirtió su decisión- y Estados Unidos, aunque no lo hizo, comenzó a hacer pruebas sanitarias sobre todos los cargamentos brasileños. Según el Departamento de Agricultura estadounidense, el 11% de los productos testeados fueron rechazados por problemas sanitarios y de salud animal, un índice considerado excesivo.

Aunque Estados Unidos no está entre los mayores compradores de carne brasileña, desde 2016 importó US$ 3,35 millones en productos cárnicos de Brasil. La decisión del gobierno de Donald Trump podría representar mayores oportunidades de exportación de carne argentina a Estados Unidos, en caso de que apruebe abrir su mercado a nuestro país.