Las quejas por el aumento de las importaciones se extienden cada vez a más sectores. Los más críticos son los de calzado, textil y marroquinería, pero los fabricantes de alimentos también comenzaron a alertar sobre graves perjuicios en la producción nacional debido a que la compra de productos al exterior trepó, en algunos casos, más de 1000 %. Por ejemplo, con los tomates en lata.

A partir de esta evolución de las importaciones, que se extiende a varios rubros de la alimentación, comenzaron desde las diversas cámaras empresarias intensas gestiones con el Gobierno para reforzar los controles y minimizar el impacto, especialmente en las pymes y las economías regionales. La Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA), la más grande dentro de Copal, le envió el viernes pasado una carta al secretario de Comercio, Miguel Braun, en la que se le solicitó la inclusión de los "tomates enteros o en trozos" y del "maíz dulce en conserva" en el régimen de Licencias No Automáticas, que permitiría un mayor control de lo que ingresa al país. Además, se le pidió audiencia y se le recordó que el sector también reclamó, a Agricultura y Aduana elevar el Arancel Externo Común (AEC) y fijar valores criterio para los tomates en conserva. Todavía no recibieron respuesta.

Según la misiva, las importaciones de todo origen de los tomates vienen aumentando desde 2016 y entre enero y mayo de este año se incrementaron en 1078 % con respecto al mismo período del año pasado. Particularmente, las de Italia crecieron 2807%. "Una preocupación adicional es que los precios promedio de estas importaciones, que ya venían siendo muy bajos, se han reducido más aún y registran una caída del 27% entre ambos períodos", refleja la carta firmada por el director ejecutivo de CIPA, Marcelo Ceretti.

En diálogo con El Cronista, Ceretti afirmó que la producción de tomate perita alcanza las 100 millones de latas y hoy se están importando 18 millones, contra menos de un millón el año pasado. "A este ritmo, en dos o tres meses vamos a estar ingresando la mitad de la producción argentina", se quejó.

Con respecto al maíz en conserva, las compras al exterior en los primeros cinco meses del año crecieron 99%, porcentaje que se eleva al 122% si se consideran las importaciones sólo de Brasil. La cámara expresó que estas compras "producen un efecto terriblemente negativo sobre la producción nacional y afectan en forma pronunciada y aguda las actividades de algunas economías regionales".

La importación de galletitas también subió respecto de 2016. Creció un 43% de todos los orígenes y 57% de Brasil; la de caramelos trepó 15%. También aumentaron las compras al exterior de hortalizas congeladas entre enero y abril de este año (345%); la de hortalizas y frutos procesados treparon 75%. Ceretti remarcó que "no hay una importación masiva de alimentos", pero "para algunos sectores la situación es crítica".