Las gremiales lecheras decidieron pedir directamente una reunión con el presidente de la República, Tabaré Vázquez, buscando consensuar nuevas medidas que le permitan a la lechería uruguaya recuperar la producción perdida y no incrementar su endeudamiento.

Tras un nuevo encuentro esta semana en la localidad de Villa Rodríguez (San José) y luego de no recibir la confirmación de una nueva reunión con el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo —nombrado por el presidente Vázquez para dialogar con las gremiales—, esperando del Ejecutivo una respuesta final a los planteos del sector, decidieron aportarle al gobierno nuevas posibles soluciones.

Las gremiales lecheras se habían acercado al presidente Vázquez durante el Consejo de Ministros celebrado en Cardal, bajo lluvia y ahí el presidente quedó de juntarse más tranquilo para dialogar con los tamberos. Pocos días después, el gobierno anunció algunas medidas, como ser la rebaja de 15% de la energía eléctrica para los tambos durante tres meses y para la industria láctea. A su vez, la posibilidad de un crédito con el BROU que los productores no quieren tomar para no continuar incrementando las deudas. El diálogo sigue firme.

La lechería mantiene un endeudamiento de entre US$ 350 y US$ 400 millones que equivalen al precio total de las entre 400 y 450.000 vacas que hay en producción, según datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale).

Wilson Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) dijo a El País que las medidas adoptadas por el gobierno para el sector son bienvenidas, pero “son insuficientes”. El productor reconoció que “la situación del sector es complicada”, porque la producción de leche “va a tener una caída mayor. Ya se perdió volumen y se perderá más”. El reflejo más claro es la pérdida de varias matrículas de Conaprole y cada una de esas matrículas es un tambero. “Hay menos precio y menor cantidad de litros”, explicó Cabrera.

Por otro lado, aclaró que las deudas contraídas por el sector “fueron para continuar produciendo, son endeudamiento productivo y van a crecer”. El presidente de la ANPL consideró que si le dan “un impulso que la lechería, pueda zafar de esa mochilla que tiene de deudas y va a salir de la crisis. Es una inversión”.

Las gremiales siguen firmes a sus dos planteos al gobierno: elevar la devolución de impuestos a la exportación de 3% a 6%, para volcar ese dinero a solucionar la crisis. La otra es que el gobierno se haga cargo de cobrar a Venezuela la deuda de US$ 39 millones por embarques no pagos. De ese dinero la cooperativa volcaría US$ 20 millones a sus tamberos que representan el 75% de la remisión.

Cabrera insistió que la deuda de US$ 39 millones nunca se pudo cobrar porque “no se cumplió con el famoso fideicomiso donde se iba a depositar el dinero de Ancap, donde la empresa pagó el petróleo que debía con una quita importante de la deuda. Ese dinero quedaría depositado en Uruguay y a los exportadores se les dijo, vayan, vendan, presenten los documentos y cobran. Eso no sucedió”, afirmó el presidente de la ANPL (integró el directorio de Conaprole por 10 años).

Cabrera dijo que ahora la otra fórmula que le dio la cooperativa a las gremiales es que “se le otorgue el 3% de la devolución de impuestos durante 3 años y ahí la cooperativa recuperaría el dinero perdido por el embarque no pago”. Si se logra, la medida beneficiaría al 75% de los tamberos.