En medio de inundaciones que llevan tres años, el Delta entrerriano está en alerta por nuevas crecientes de los ríos Uruguay, Paraná y Gualeguay, que vuelven a cubrir 1,4 millones de hectáreas en territorio provincial.

"La producción está paralizada desde hace más de tres años, la crisis social se profundiza con migración continua a los asentamientos precarios de los centros urbanos de las grandes ciudades", dijo Carlos Cadoppi, ex presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy.

La región conforma el más importante reservorio de agua dulce del país, que abastece a más de 18 millones de personas desde Rosario al sur hasta la desembocadura del Río de la Plata.

"El problema es concreto y está a la vista de quién se proponga reconocerlo. Se trata de la construcción de obras públicas y privadas, todas ellas ilegales, pues carecen de proyectos hídricos y de impacto ambiental, que constituyen, por lo menos, graves delitos ambientales", expresó.

Para Cadoppi, se debe reaccionar ante la emergencia "abriendo los cauces de salida del agua, cerradas por esas obras ilegales". Además, consideró necesario "frenar de inmediato todas las que se siguen haciendo, todas ellas sin ningún respaldo técnico y asistir a los productores".

Para el ruralista, la responsabilidad por la situación "recae sobre las máximas autoridades de los gobiernos nacional y provincial, que pese a las advertencias y a la dramática realidad, nada hicieron. El silencio de ambos, señala responsabilidades y complicidades", dijo.

Cadoppi pidió convocar a especialistas en materia hídrica y ambiental para que desarrollen un plan de recuperación del Humedal y destacó que hay que volver en la región a producciones sustentables como forestación, ganadería, apicultura, pesca y turismo y sus industrias derivadas. Cuestionó que se hayan incorporado técnicas diseñadas para tierra firme, en especial para soja, "para obtener rendimientos similares a los de la pampa húmeda en tierras de significativamente menor valor por hectárea". Según dijo, quienes hicieron esas obras fueron víctimas de la creciente. "Solo un par de ellos no se inundaron", indicó.