La campaña de trigo comenzó tibia en la zona central del país. Con la intención de siembra alta, los productores tienen todas las condiciones dadas para lanzarse con fuerza a sembrar, pero las frecuentes precipitaciones obligan a dar marchas y contramarchas con la planificación.

Fue así como sucedió en los últimos días, según documenta un trabajo de la Bolsa de Comercio rosarina. Los productores comenzaron con las labores, teniendo en cuenta el buen clima, y regresó el mal tiempo.

De acuerdo a un sondeo de Clarín Rural, las planificaciones que hicieron a inicios de año, con presupuesto financiero incluido, hoy no sirve. Pero eso no es todo. Hasta las decisiones más inminentes pierden vigencia debido a las sucesivas precipitaciones.

Según José Luis Zorzín, asesor técnico del sudeste cordobés, manifestó que el paquete tecnológico que adquirieron los productores para esta campaña es de punta. Además, agrega que se espera un invierno lluvioso y con buenas temperaturas. Esto implica un conjunto de cuestiones para conseguir altos rendimientos. Sin embargo, advierte que, “solo se avanzó sobre las zonas altas y medias de los campos. A nivel superficial hay barro pero se puede ir sembrando”.

Con algo de resignación, el técnico advierte que los productores no quieren arriesgarse a sembrar en sitios bajos por los posibles excesos hídricos y también porque, en muchos casos, las napas están tan altas que ello también implica pérdida de semillas. Por ahora, el ajuste en la estrategia de siembra es permanente para no perder tecnología.

Asimismo, cuenta que la campaña de granos finos tenía fecha de inicio para el 10 de mayo y con la siembra de ciclos largo. De estos se hizo solo una parte y se los implantó en los ambientes altos y medios, una táctica no muy rendidora para esta fecha de siembra. Además, sigue Zorzín, “con el fin de ir absorbiendo el agua del perfil, se planificó sembrar mucho trigo sobre el rastrojo de maíz. En esos casos, las variedades que mejor se comportan son los ciclos largos porque tienen mayores requerimientos de frío y la temperatura en los chalares es más baja. Pero debido a que se repitieron las lluvias, mayormente no se sembrará sobre rastrojo de maíz y, en los mejores casos, habrá que optar por sembrar ciclos de duración menor”, apuntó el técnico.

Por otra parte, el plan para esta semana era empezar con los ciclo intermedios, objetivo que tampoco se pudo cumplir. Sin embargo, Zorzín estima que la campaña se basará en la siembra de este ciclo y también mucho corto debido a que los productores esperarán hasta último momento a que sequen los ambientes que ahora están con exceso hídrico.

Otros técnicos de la zona, como Juan Pablo Ioele, indica que todas las labores se retrasaron y “están muy apretadas; se pulveriza, se fertiliza y se siembra en poco tiempo”. Pero, el planteo de fertilización es lo más controvertido de estas tareas.

¿Por qué? “Porque si se repiten lluvias intensas, se aumenta el riesgo de pérdida del nitrógeno en el perfil. Por eso, la decisión es retrasar la fertilización. Esperar y diferir la práctica lo más que se pueda para minimizar los riesgos”, agrega Ioele.

Para concluir comentó que los márgenes de cultivo de trigo este año son muy interesantes.

“Se combinaron factores como la baja en los costos de los fertilizantes, también decayó el precio del paquete sanitario y el precio a futuro es muy bueno. Además, hay buenas alternativas de financiación de insumos por canje de granos tomando el precio de futuro del cultivo. De esta forma, al día de hoy, la rotación trigo-soja de segunda brinda un mejor margen que la soja de primera, pero no mejor que el maíz de primera”, argumenta el técnico.

Por eso, el objetivo que persiguen los productores con la siembra del cereal de invierno es que el cultivo tenga un buen rendimiento, que consuma el agua excedente, conseguir buena rentabilidad y que deje las mejores condiciones para el cultivo de segunda, que puede ser soja o maíz.