De pronto, el mundo ha tomado un cariz totalmente incierto. Lo que debería haber sido negro, ahora es blanco. Y lo blanco, ahora es negro.

El miércoles pasado, se supo que la justicia brasileña investigaba al presidente Temer por haber avalado, supuestamente, un soborno dirigido a mantener callado al ex presidente de la Cámara de Diputados de ese país, Eduardo Cunha, hoy en prisión.

Por tal hecho, al día siguiente la moneda brasileña cayó cerca de un 7%.

Y, a resultas de todo esto, en nuestro país el peso se devaluó hasta llegar a cerca de 16,30 por cada dólar.

A ello se agrega lo que sucede en EE.UU. que asiste a una suerte de “Watergate”, con un presidente impredecible y cada vez menos popular.

Así el cuadro, no sólo el real se devalúa. También tiende a depreciarse del dólar respecto a las divisas en el mundo.

A diferencia de la depreciación del real, que el dólar se devalúe es una buena noticia para los valores de los granos.

Tal depreciación ha sido traumática: pasó de R$ 3,10 a $ 3,40 por dólar. Esto hace que la competitividad de la soja de este país mejore sustancialmente. Y así, pasa a ser un depresor de de los valores internacionales.

A su vez, es de esperar que el ritmo de ventas en Brasil se incremente y por ende la oferta. De hecho el volumen de ventas a partir de la devaluación ha sido impactante.

Pese a todo ello, hay elementos que neutralizarían tal fuerza.

En primer lugar, vale destacar que el dólar en la Argentina ha subido. Es decir, el peso se ha depreciado. Ello, impacta favorablemente en el precio local de la soja.

También lo hace sobre el precio internacional, la tendencia del dólar a la baja respecto a las demás divisas. La delicada situación interna de EE.UU. con un presidente, que muestra poco tino en sus afirmaciones, es quizás, la principal fuerza depresora del valor del dólar en el mundo.

Veamos el gráfico.

Por otra parte, el clima en EE.UU. no ayuda a mantener una posición optimista respecto a la producción.

El exceso de lluvias demora los planes de siembra. Por ello, no se han definido todavía las áreas destinadas a maíz y soja y no se descartan mayores recortes en el maíz en favor de la soja.

Además, se aguardar mayores precipitaciones con un frente de tormenta, con lluvias abundantes sobre la mayor parte del área agrícola norteamericana.

El período julio/agosto es el crucial. Según evolucione el clima en estos meses, lo harán también los precios.

En tanto, en nuestro país se nota una suave mejora en el clima. Y las precipitaciones en buena parte del área agrícola tienden a normalizarse.

En nuestro país, ha quedado gente derramando lágrimas. En la parte financiera, nada es seguro. La llamada bicicleta financiera, donde especuladores traían dólares para venderlos o vendían dólares acá ubicados a fin de colocar su equivalente en pesos en Lebac’s, han perdido sus ganancias. El dólar les ha hecho una mala jugada.

Una cosa buena y relativamente previsible sigue en el escenario: la potente demanda china.