No importa cuán estrecho sea el portal/cuán cargada de castigos la sentencia/soy el amo de mi destino/ soy el capitán de mi alma." William Ernest Henley ha pasado a la historia de la literatura inglesa por ser el autor de un poema titulado "Invictus". Nelson Mandela se lo recitaba a sí mismo durante su larga e injusta estadía en la cárcel a causa de su lucha contra el racismo y el apartheid.

Jorge Luis Borges dijo imaginar el paraíso como una biblioteca. Intuyo que Mandela se refugió en la poesía para olvidar el encierro y la soledad: para descansar en el paraíso, aunque este existiese sólo en sus pensamientos.

El poema inspiró a un líder como Mandela para afrontar los avatares de su propia vida. Él fue fuerte ante la adversidad, fue misteriosamente contagiado de entereza y comprensión ante las expresiones más oscuras de la condición humana. Por sobre todas las cosas, fue un hombre -sí, nada más y nada menos que un hombre- que supo perdonar a quienes lo sometieron durante tanto tiempo.

Mandela fue un líder para el deporte y también para su país. Entendió que el tejido de su comunidad estaba desecho y acudió no sólo al llamado de los justos e inocentes, víctimas del flagelo del odio, sino de todos. Abrazó una idea: "Cuando la comunidad está en peligro, el único camino posible es el de la reconciliación, la verdad y la solidaridad".

Es pues el lazo social más primitivo el de la solidaridad. Vivimos necesariamente en comunidad, nos debemos a ella: la comunidad nos sirve, pero también debemos servirla. Como necesitamos de otros, otros necesitan de nosotros. Y para hacer extensiva la cultura de la solidaridad, necesitamos líderes.

Para cambiar las cosas, los líderes juegan un papel fundamental. Son quienes, desde la curiosidad y la inquietud, suelen tener nuevas ideas o mejores soluciones. Quienes se involucran y trabajan por el desarrollo integral de las personas y su comunidad, con el fin de aportar y generar prácticas sociales que contengan acciones de justicia, de cultura solidaria y de cooperación. En palabras de Mandela, "los héroes son aquellos que construyen y que trabajan por la paz".

Ya lo demostró Mandela: desde el ejemplo del deporte, es posible formar nuevos líderes. Es por eso que el Club Atlético River Plate, junto con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires, apoya y participa activamente de la "Escuela de Líderes para la Comunidad" ideada por el fundador de la Red Solidaria Juan Carr.

La escuela promueve la emergencia de nuevos referentes para que conformen equipos y trabajen por el bien común. En ese marco, River aporta modelos de liderazgo: relatos, historias y biografías que ayudan a recrear la función de un líder para una comunidad.

En tiempos turbulentos e inciertos como los que vivimos, las personas y organizaciones deben hacer frente a cambios relevantes: ese desafío podrá encararse mejor con la ayuda de nuevos líderes comunitarios que asuman compromisos fundamentales y humanistas. Líderes que se animen a crear sociedades más justas, sanas y felices. Hombres y mujeres que, desde la libertad y responsabilidad, transformen la realidad con pasión y sacrificio. Personas que piensen y construyan comunidad. Dijo Mandela: "En este mundo moderno globalizado, cada uno de nosotros es el guardián de nuestro hermano y de nuestra hermana. Hemos fallado demasiado a menudo en esta obligación moral". Inspirados por hombres y mujeres como él, proponemos asumir un compromiso y trabajar por el prójimo, la formación de líderes y el bienestar de la comunidad.

Presidente del Club Atlético River Plate