La búsqueda de la innovación, para estar siempre al frente, liderando la incorporación de tecnología, ha sido una constante histórica de la mayor parte del sector agrícola argentino, desde los productores hasta las empresas.
Pero, en esa línea, hay actores que siempre buscan estar un poco más allá. Es el caso de Red Surcos, la principal empresa de agroquímicos de capital nacional, pionera en la incorporación de nanotecnología a los fitosanitarios, cuyo presidente, Sebastián Calvo, acaba de viajar Silicon Valley, la capital mundial de la tecnología, para ver qué es lo que se viene, cómo estamos en la Argentina con respecto a la vanguardia global y qué impacto puede tener en el agro.
“Entre otras cosas, recorrimos aceleradoras de empresas vinculadas a la agroindustria. Es conocido que hay compañías que invierten en otras en las que creen, para ayudarlas a crecer y desarrollarse, sobre todo en el mundo del software, las comunicaciones y las redes sociales, pero también las hay que ponen sus millones en otras vinculadas a nuestro sector”, explica Calvo.
El ejecutivo, cuya compañía tiene dos plantas industriales en la Argentina (en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires), en las que produce más de 20 agroquímicos en base a nanotecnología, vio, por ejemplo que ya existe la producción de vinos sin uvas. “Es un producto idéntico al famosa champagne Don Perignon”, dice. Y comenta que los científicos de Silicon Valley, allí en California, EE.UU., creen que la forma tradicional de hacer vino será casi como un arte en el futuro. Y agrega que estiman que en unos 5 años podrían darle a esa producción escala industrial.
Para Calvo, está claro que hay cosas que quizás nunca lleguen a la Argentina, pero está convencido sobre algunas tendencias que impactarán en la forma de producir en nuestro país. En esa línea, cree que es posible que los asesores y productores comiencen a ir cada vez menos a revisar sus lotes en el campo. Pero no por falta de interés, sino porque la tecnología les permitirá hacer exhaustivos monitoreos a distancia, cómodamente sentados delante de sus computadoras.
“La innovación está en todos los ámbitos. Está allí y debe estar también en los productos. Por eso nosotros apostamos cada vez más a la nanotecnología, porque con ella le damos la oportunidad al productor de ser más eficiente, más rentable y, además, de cuidar mejor el medio ambiente, ya que aplica dosis mucho menores”, cuenta el ejecutivo.
Otros desarrollos que le llamaron la atención en Silicon Valley, vinculados a la agroindustria, tuvieron que ver con la comida molecular con trazabilidad total. Hay empresas trabajando para que el consumidor pueda saber qué tiene cada bocado que come. ¿En qué están trabajando? La idea es que si uno escanea la comida con su celular, surja toda la información de cómo fue producida, desde sus primeros eslabones en el campo a los últimos pasos de automatización industrial.
“Toda la aparatología vinculada a los sensores es cada vez más barata y está permitiendo desarrollos hasta ahora impensados. En esa línea, está claro también que la robótica formará parte de manera cada vez más presente de los sistemas de producción, y en muchos casos reemplazará a la mano de obra”, analizó Calvo.
Pensando todo esto desde su sector, el de la sanidad vegetal, el presidente de Red Surcos está convencido de que allí será necesario tener una precisión cada vez mayor, en todos los sentidos. Y allí regresa el concepto de la nanotecnología, ya que incorporada a los agroquímicos genera una aplicación más específica, eficiente y sustentable. “Estamos convencidos de que ese es el camino. Por eso fuimos pioneros en la Argentina, hace más de una década, y seguimos invirtiendo cada vez más para profundizar nuestro crecimiento en ese sentido”, manifestó el ejecutivo.
El presidente de la compañía lo comprobó también en EE.UU.: la nanotecnología está en muchas industrias. La tendencia en todas ellas, igual que en el agro, es hacer más cosas con menos recursos, para que, entre otras cosas, la agricultura tenga menos impacto ambiental. Es un tema clave.
“Nos sacan mucha ventaja en la cantidad de ideas que están desarrollando y, por supuesto, en acceso al capital, pero las preocupaciones y los temas de trabajo, son muy similares”, dice Calvo. Y agrega, convencido: “Creo que aquí vamos por el buen camino”.