El oeste de la provincia de Buenos Aires está viviendo desde hace quince meses una verdadera catástrofe que, lejos de solucionarse, se agrava con el paso de las semanas. Y el partido de General Villegas se encuentra en el ojo de este huracán registrando las mayores pérdidas productivas. Según distintas estimaciones, hay por lo menos 700.000 hectáreas en el partido que están bajo el agua. Es decir que la mayor parte de su superficie está fuera de todo tipo de producción, sea agrícola, tambera o ganadera.

Si se tiene la suerte de no tener todo el campo anegado, seguro que se encuentra incomunicado por el colapso que sufre toda la red vial del partido.

La primera causa que generó esta situación es el exceso de lluvias. En la zona hay lugares que desde el 1° de enero de 2016 llevan casi 2500 milímetros. En casi un año y medio se acumuló más del doble de lo normal para ese tiempo.

La segunda causa es el ingreso del agua que viene de los campos de Córdoba, lo que agrava toda la situación.

"Es muy grave lo que se vive aquí. Hay mucha agua y los daños son irreversibles. El reclamo es que el agua que entra al partido salga. Queremos alcantarillas donde el agua pasa arriba de la ruta y no que se frene", dijo el productor Carlos González.

Justamente, el manejo de los excesos hídricos fue lo que levantó las protestas de esta semana. Con el respaldo del intendente local, Eduardo Campana (Cambiemos), entidades y productores agropecuarios, se realizó el lunes pasado una movilización con más de 3000 personas en el cruce de las rutas 33 y 188.

Por la masiva concurrencia, por varias horas quedó cortada la ruta. La manifestación fue organizada para pedir que se realicen obras de alcantarillado en las rutas por donde el agua pasa por encima con el fin de facilitar su escurrimiento. Reclamaron lo mismo para los lugares donde hay riesgo para las poblaciones de la región. En la zona hay una traza vieja del tren, entre General Villegas y Pehuajó, que podría ser otra alternativa para sacar el agua al canal Mercante y de ahí a la laguna de Bragado, según contó González. Tras una visita del subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la provincia, Rodrigo Silvosa, se convino colocar más tubos en las rutas para facilitar el paso del agua.

Una amenaza mayor

"Hace mucho tiempo que estamos solicitando que haya un escurrimiento mayor de las aguas del partido", indicó Campana que alertó también por un problema mayor para la provincia. "Sabemos que hay agua en Santa Fe, Córdoba y La Pampa que puede inundar toda la provincia de Buenos Aires", afirmó. No sólo Villegas, sino casi todo el oeste de la provincia de Buenos Aires se encuentra en estado de alerta máxima.

Vale recordar que recientemente los municipios de Carlos Tejedor, Rivadavia y Trenque Lauquen, gobernados también por Cambiemos, fueron a la Justicia contra la apertura de una ruta que había realizado Hidráulica, temerosos por las consecuencias de la llegada del agua a sus partidos.

Por su parte, las pérdidas en la región se contabilizan a diario. Por las dificultades para sacar la producción de leche en Bunge y Charlone en los últimos dos meses cerraron unos 30 tambos que producían unos 100.000 litros diarios.

En cuanto a pérdidas, la agricultura no se queda atrás. "Tendría que haber sembrado 900 hectáreas (entre soja y maíz) pero sembré 480. De lo que sembré me quedaron en pie 345 hectáreas y de eso no pude levantar nada", contó Santiago Rodríguez Ribas, productor.