A diferencia de la campaña del año pasado y si bien este mes de abril ha tenido eventos pluviales destacados, el mal tiempo ha sido interrumpido, se han alternado situaciones que permiten establecer características otoñales, las cuales quedaban aún lejos de observarse para estas fechas el año pasado. En abril de 2016 hubo más de 20 jornadas seguidas de lluvias de todo tipo e intensidad y cuando este período finalmente fue superado, sobrevino un mes de mayo donde la escasez de insolación mantuvo las complicaciones de la cosecha, aun cuando las precipitaciones se mostraron en retroceso. Como dato, vale la pena recordar que el promedio diario de insolación durante mayo pasado, fue de apenas tres horas. El atraso de la cosecha15/16 terminó impactando luego sobre el normal despliegue de las siembras de la fina.

Este escenario que acabamos de describir no se está replicando. Como decíamos hemos tenido eventos pluviales que han establecido que las marcas estadísticas de abril sean superadas en gran parte de la región pampeana, sin embargo las ventanas de buen tiempo también se han hecho presente.
Estamos ingresando en un período de días de, probablemente, una semana donde el sol sea protagonista excluyente de las condiciones del tiempo. La intensa circulación del sudoeste de las últimas horas aún mantiene algo de nubosidad sobre la provincia de BA, incluso con algunas lloviznas ocasionales sobre la franja este y sobre la costa, pero claramente la situación está evolucionando de manera favorable. Bajo estas circunstancias, estimamos que en breve muchos lotes que no hayan estado en condición de excesiva humedad superficial podrán comenzar o retomar las tareas de cosecha.

Partiendo de las condiciones actuales, podemos estimar cual es la necesidad de precipitaciones en la región pampeana para las próximas dos semanas. Esta situación queda representada en el mapa.


Queda más que claro que la condición residual de humedad de los suelos no presenta ninguna demanda para las próximas dos semanas. A sabiendas que en el cálculo no se computa el pobre escurrimiento que presentan vastas zonas de la región pampeana y que además las napas freáticas presentan niveles elevados, lo ideal sería que no llueva durante todo un mes. Por lo pronto se avizora una semana de buen tiempo, con altas chances de que esta situación permita tener al menos tres o cuatro días de trabajo pleno.

Las estrategias de trabajo y la logística, nuevamente deberán desplegar todos sus argumentos para tratar de lograr un salto en el avance de cosecha, la cual por lo pronto viene atrasada, sobre todo si se la compara con el computo promedio de las últimas cinco campañas.
Sería más que favorable, que el buen tiempo previsto se prolongue más allá del miércoles de la semana próxima, sin embargo, es difícil contar con una situación de estabilidad tan persistente, principalmente si comienzan a avizorarse temperaturas que crecen acompañadas por un aumento de humedad hacia la jornada del martes próximo.

Entendemos que la proyección del buen tiempo más allá de lo previsto, ingresa en un plano hipotético con pocas chances de validarse. Lo que si podemos plantear como auspicioso es que seguramente si regresan las precipitaciones, volverá a reaparecer una ventana de buen tiempo a continuación. Es decir, la cosecha no avanzará sin interrupciones, pero al menos el panorama es más alentador que lo que se observaba para esta fecha del año pasado.