Los precios del trigo de los Estados Unidos cayeron ayer poco más del 3% en las Bolsas de Chicago y de Kansas bajo el peso de existencias muy abundantes en el último tramo del ciclo comercial 2016/2017 y frente a la mejora en las perspectivas para la nueva campaña, a partir de las buenas condiciones climáticas vigentes en la región de las Grandes Planicies. Allí es donde evolucionan las variedades de invierno que serán cosechadas desde fines del mes próximo y que aportan cerca del 70% del total de la producción estadounidense del grano fino.

En la Bolsa de Kansas, donde se comercializa el trigo que más se asemeja al obtenido en la Argentina, los contratos mayo y julio perdieron US$ 5,14 y 5,15, mientras que sus ajustes resultaron de 147,99 y de 152,67 dólares por tonelada. En Chicago, las mismas posiciones resignaron US$ 4,69 y 4,68 al terminar la jornada con valores de 149,27 y de 154,97 dólares.

En lo que va de abril, las condiciones climáticas (lluvias regulares) y el estado de los suelos donde se cultivan los trigos de invierno estadounidenses registraron notorias mejoras, que impactaron sobre el estado de las plantas. Tan es así que en Kansas -es el Estado triguero referente-, en sólo tres semanas la proporción de cultivos en estado bueno/excelente creció del 43 al 51%, según el reporte del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Hoy, el porcentaje de plantas en condición óptima supera el 49% vigente un año atrás.

A nivel país también se evidenció una mejora en los cultivos, dado que la proporción en estado bueno/excelente pasó del 51 al 54%, pese a los cual aún está por debajo del 57% relevado a igual fecha de 2016.

La bonanza de los cultivos, que podría amortiguar en parte la menor superficie destinada al trigo en EE.UU. durante el ciclo 2017/2018 -el USDA estimó 18,64 millones de hectáreas, frente a los 20,32 millones anteriores-, complementa su acción bajista con un volumen de existencias finales 2016/2017 calculado por el organismo en 31,55 millones de toneladas, un 18,8% arriba del remanente de la campaña 2015/2016, de 26,55 millones. Y todo esto, a su vez, en un contexto global de sobreoferta, que exacerba las disputas comerciales entre los países proveedores, que deben apuntar, como premisa, a mejorar la competitividad de la mercadería ofrecida.

En este sentido, ayer no aportó buenas noticias el reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que en él, el USDA relevó ventas por 137.200 toneladas de trigo 2017/2018, un volumen que quedó cerca del mínimo previsto por los operadores, que manejaban un rango posible de entre 100.000 y 300.000 toneladas.

En el nivel local, los exportadores volvieron a pagar $ 2450 por tonelada de trigo condición cámara para Necochea, mientras que para Bahía Blanca elevaron la oferta de 2370 a 2420 pesos. El dato negativo estuvo sobre el Gran Rosario, dado que desde los $ 2500 del miércoles se retornó a un valor de 2450 pesos.

Las propuestas por el trigo de la próxima cosecha se mantuvieron estables, en US$ 155 por tonelada para todos los puertos. En el Mercado a Término de Buenos Aires, sin embargo, se reflejó en forma parcial la baja externa y el contrato enero cayó de 159 a 157 dólares.

Acerca de la soja argentina, ayer las fábricas ofrecieron en forma abierta $ 3600 por tonelada para el Gran Rosario, sin cambios. Por lotes grandes algunos compradores sumaron entre 20 y 30 pesos. La soja de la próxima cosecha se cotizó a US$ 228, con una quita de 2 dólares.

En cuanto al maíz disponible, los exportadores ofrecieron ayer $ 2450 para Bahía Blanca y $ 2350 para el Gran Rosario, sin cambios. La mercadería para entrega en mayo osciló de 150 a 160 dólares por tonelada.

Ya se levantaron casi 11 millones de toneladas de soja

En su informe semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó ayer el avance de la cosecha de soja sobre el 16,3% del área apta y lo ubicó en el mismo nivel que el vigente un año atrás, gracias al fuerte progreso registrado en los últimos siete días, de 8,5 puntos. Los casi 3 millones de hectáreas trillados aportaron un rinde promedio nacional de 35,7 quintales por hectárea y un volumen parcial de 10,71 millones de toneladas, sobre un total sostenido por la entidad en 56,5 millones para el cierre de la campaña.

Respecto del maíz para grano comercial, la Bolsa relevó el avance de la recolección sobre el 22,6% de la superficie apta que, con un rinde medio nacional de 88,4 quintales por hectárea, aportó un volumen parcial de 9,64 millones de toneladas, sobre un total esperado de 37 millones.