Mañana los automovilistas podrán corroborar un hecho poco frecuente en los surtidores argentinos, algo similar a lo que ocurre con las rarezas de la naturaleza. Por la aplicación de un acuerdo entre el Gobierno y las empresas petroleras que se firmó a principios de año, desde mañana el gasoil bajará 2,6% y las naftas, 0,1 por ciento. Así lo confirmó ayer el ministro de Energía, Juan José Aranguren , en una conferencia de prensa que dio en el Palacio de Hacienda para presentar una nueva aplicación que permite comparar con facilidad los precios de los combustibles de estaciones de servicio mediante un sistema de georeferenciación.

"Tengo en conocimiento que entre mañana y pasado se van a producir las modificaciones de precios que acabo de anunciar", explicó el funcionario. "Al término del primer trimestre se venció una parte del acuerdo de precios entre refinadores y productores, que nos lleva a tener paridad con los precios internacionales", agregó.

De esa manera, el litro de nafta súper de la petrolera YPF, que históricamente tuvo los valores más bajos del mercado, pese a que en el último tiempo algunas de sus competidoras acortaron la brecha, pasará a costar $ 18,44 en la Ciudad de Buenos Aires, a razón de $ 0,01 menos que hoy.

La modificación más notoria se verá en el gasoil, que pasará de los actuales $ 16,78 a $ 16,34, unos 44 centavos menos por litro.

El gasoil suele ser denominado también como el combustible del trabajo, que se usa tanto en el campo como en la actividad logística y en el transporte de pasajeros.

Aunque no dieron precisiones de manera oficial, ante la consulta de LA NACION, las empresas petroleras estimaron que comenzarán a modificar sus precios hoy por la noche para que la suba esté plenamente vigente mañana por la mañana.

El precio de los combustibles bajará por el resultado que dio una fórmula polinómica. Sus principales elementos son la variación del precio internacional del petróleo, el precio de los biocombustibles y el tipo de cambio. El último es un elemento fundamental, ya que la devaluación hace que las empresas necesiten más pesos para comprar crudo, la principal materia prima de las naftas y del gasoil.

A diferencia de lo que ocurrió tras la llegada de Mauricio Macri al poder, que convalidó una devaluación cercana al 60% el año pasado, en lo que va de 2017 el tipo de cambio se apreció, pese a la devaluación.

El año pasado, los combustibles subieron 31%. Y otro 8% en enero de este año. Los nuevos precios estarán vigentes este mes, en mayo y en junio. A partir de julio se revisará otra vez la fórmula.

Segunda rebaja en dos años

La de mañana será la segunda baja en los precios de los combustibles en dos años y medio. La anterior se había concretado en enero de 2015, una medida largamente festejada por la ex presidenta Cristina Kirchner. "¿Vos te acordás de alguna vez en que cuando bajaba el precio del petróleo bajaba el precio del combustible? Nunca. Never in the life!", había dicho la Presidenta por la red social Twitter en la noche del 23 de diciembre de 2014.

En aquella ocasión, el ministro de Economía, Axel Kicillof, llegó a un acuerdo con las empresas para reducirles algunos impuestos y conseguir una rebaja del 5% en las estaciones de servicio. Eso ocurrió como respuesta a una dificultad que ahora Aranguren intenta solucionar a largo plazo: la caída en los precios internacionales del petróleo.

App para comparar precios

El Ministerio de Energía lanzó ayer una aplicación, Precio en surtidores, que ya está disponible para teléfonos Android y computadoras que permite comparar fácilmente los precios de los combustibles en determinada zona para que el consumidor elija la opción más conveniente según su preferencia. En el futuro, esa herramienta podrá combinarse con otras aplicaciones que les darán más información a los automovilistas y una mayor transparencia al mercado de combustibles.