Fueron decenas de miles las personas que ayer decidieron salir a la calle y juntarse en plazas de todo el país para respaldar al gobierno de Mauricio Macri y apoyar la democracia. Días antes, a través de las redes sociales, bajo los hashtags #1A, #1AYoVoy y #marchaporlademocracia, los argentinos se autoconvocaron sin el visto bueno de los funcionarios, que en un primer momento intentaron tomar distancia de la organización.

Donde más gente se congregó fue en Plaza de Mayo. Allí, miles de argentinos sin banderas políticas o carteles de sindicatos se juntaron para dejar en claro que no quieren una vuelta al pasado. Con consignas claras ("Sí se puede", "Argentina, sin Cristina", "Democracia, democracia" y "Los chicos a la escuela") se manifestaron en respuesta a las muchas marchas que ocurrieron en las últimas semanas y en contra el conflicto docente, que ya lleva tres semanas en la provincia de Buenos Aires.

Pero no fue solo la Ciudad escenario de la multitudinaria marcha; en Mendoza, en La Plata, en Salta, en Rosario y San Miguel de Tucumán las calles también se llenaron.

Facundo Satue vive en Salta y ayer decidió salir de su casa junto a su familia e ir a la plaza principal para apoyar al país. Si bien en un primer momento dudaba de asistir, después se convenció de que esta manifestación en particular valía la pena

"Fue muy impactante ver cómo cientos de personas se autoconvocaron y se hicieron escuchar. La marcha daba una vuelta completa a la plaza principal. Había muchas familias, fue muy hermoso ver a todo el mundo sin banderas políticas, todos con la argentina", declaró en diálogo con LA NACION Facundo, que también advirtió que ayer un cartel particular llamó su atención. Decía: "Estamos aquí en defensa del país, no del gobierno".

En La Plata pasó lo mismo. Jorge Mattia estuvo allí, en Plaza Moreno, y pudo ver a todo una ciudad movilizada. "Éramos gente común, familias enteras. Fuimos para que los gremios y las agrupaciones de izquierda sepan que no precisamos un chori, una coca o 300 pesos. Este gobierno fue electo y lo defiendo por eso", aseguró.

Entre los miles que marchaban en Plaza de Mayo estuvo Sofía Wullich, quien fue junto a su marido y su hija de 4 años. "Fuimos por muchas razones, la primera porque nos importa nuestro país, porque estamos viviendo un momento difícil que requiere que todos, desde el lugar donde estamos, nos tenemos que poner la camiseta", explicó Wullich.

"Fuimos para apoyar al gobierno, porque entiendo que las políticas y acciones que ha tomado son la mejor opción de largo plazo para que podamos vivir en un país mejor, donde haya un verdadero crecimiento y desarrollo que nos incluya a todos", agregó.

A más de mil kilómetros de allí, Carlos Padilla hizo lo mismo que Sofía, que Jorge, que Facundo. Salió a dar su respaldo, en la ciudad de Mendoza. Está convencido de que es tiempo de que todos los argentinos tiremos para el mismo lado. "Fui por varios motivos. Quiero un país en democracia para mis hijos. No quiero más aprietes de sindicalistas y gente que no aportan a que un país salga adelante. También fui para demostrarle apoyo a este cambio que empezamos y que quieren entorpecer los mismos que nos mintieron tantos años".

Claudia también decidió salir a marchar. Caminó desde su casa, en el barrio porteño de Balvanera, hasta el Obelisco. Allí, continuó su marcha hasta la Plaza de Mayo, el epicentro de la manifestación. "Yo quería que mi presencia se visibilizara como la de una ciudadana silenciosa, que defiende la república, la democracia y los medios constitucionales para ejercer el poder", afirmó a LA NACION.

Y contó que se topó con miles de personas que marchaban en "un clima de respeto y alegría", sin banderas partidarias. "Si bien se escuchaban cánticos anti Cristina o consignas contra el kirchnerismo, eso no era lo más representativo. Lo que prevalecía era la defensa por la Constitución y la vida republicana", afirmó.

Claudia confesó que sintió una "gran alegría interna" por participar en la marcha. "Nosotros pudimos expresarnos, no necesitamos ser arriados partidariamente para decir una cosa u otra. Fue un ejercicio ciudadano cívico importante", señaló.

En Rosario, entre miles, estuvo María Fabiana Palacio. "Soy una laburante de clase media, estoy casada y tengo dos hijos mayores en la universidad pública. Mi marido es un trabajador más y fuimos porque queremos un pueblo unido, sin grieta. Y demostrar que queremos democracia y eso significa, más allá de ideales, respetar la Constitución, respetar lo que eligió la mayoría".

Arnold vive en la localidad de Llavallol, en Lomas de Zamora. Trabaja en el Estado, pero se enteró de la movilización a través de un mensaje en un grupo de Whatsapp. Su mamá y su hermana decidieron acompañarlo a la movilización.

"Decidí marchar por dos cosas. Primero, entiendo que lo que se inició en esta gestión es un cambio en la conducción política, que haya un servicio para la gente. Y segundo, me preocupa el plan desestabilizador, sobre todo, lo que se vio en la marcha del 24 de marzo donde hubo banderas de montoneros. Es muy inquietante que pidan que no termine el Gobierno", relató a este medio.

Arnold aseveró que se sorprendió al ver que la multitud autoconvocada había colmado la Plaza de Mayo. "No pensé que iba a ver tante gente. Había distintos reclamos. Algunos decían que no querían que vuelva la dictadura y otros pedían que los chicos vuelvan a clases", resaltó.

"No había banderas partidarias, solo se veían banderitas de la Argentina", dijo a LA NACION.

Tras la movilización, el jefe de Gabinete, Marcos Peña , dijo que las manifestaciones de apoyo a la gestión del presidente significaron "una marcha de la esperanza" y calificó a la expresión "Sí se puede" como "un grito de rebeldía en favor del cambio que ocurre en el país".