Las características de circulación de la última parte de este mes de marzo han vuelto a imponer una masa de aire muy húmedo sobre gran parte del país y al mismo tiempo condiciones ambientales asociadas al verano aunque sin un rigor significativo en las temperaturas.

Bajo estas circunstancias, normalmente toda el área productiva del país estaría susceptible al desarrollo de importantes sistemas precipitantes, sin embargo este no es el caso. Actualmente un importante sistema de alta presión se despliega sobre el Atlántico, “pisando” la Mesopotamia, la provincia de SF y el este bonaerense.

Este sistema a la vez de sostener la circulación del noreste sobre toda la región pampeana, parte en dos la condición meteorológica dominante: inestable hacia el oeste, estable sobre el este.

Se han venido registrando importantes tormentas con acumulados muy destacados en la zona semiárida del sur del NOA, en la zona serrana de CB, en el sur de SL y en buena parte del centro norte de LP. No pocas localidades han recibido lluvias superiores a los cien milímetros en las últimas tres jornadas. Como hemos podido comprobar, la franja este del país, más allá de algunas nieblas o neblinas matinales, ha mantenido el tiempo estable y en general con jornadas de pleno sol. El efecto de la diferenciación estructural de la atmósfera entre el este y el oeste es notable.

Desde hoy e incluso proyectando el estado actual del tiempo hacia los primeros días de abril, vemos que este patrón diferenciado se sostiene. Bajo estas circunstancias, las lluvias se acumularán en la franja mediterránea del país, con posibilidades de que el sur de SF y buena parte de la provincia de BA, logren sumarse al menos con algunos eventos. Todo parece indicar que el este de SF, noreste de BA y buena parte de las provincias mesopotámicas se quedarán dentro de la zona estable y libre de precipitaciones. Recién cuando se rompa el bloqueo anticiclónico sobre el este las lluvias se desplazarán hacia ER, Uruguay y el sur de Brasil. De este modo el cierre de marzo presenta un patón de distribución de lluvias que es algo inusual, con fuertes acumulados en el oeste y magros aportes pluviales sobre el este, o incluso nulos.

El mapa que presenta el acumulado de lluvia previsto para los próximos días nos da una idea de estas diferencias, con los máximos pluviales claramente desplazados hacia el oeste.