En ese contexto, sólo queda como factor para poder torcer el derrotero en el devenir de las cotizaciones de la oleaginosa, que nuevamente, y tal como ocurrió el pasado año, las lluvias para el momento de la recolección en nuestro país generen problemas de logística que impidan el normal traslado de la mercadería hacia los puertos. Ello podría ser particularmente complejo para el mercado estadounidense, habida cuenta de que las exportaciones de soja desde ese país ya superan el 97% del saldo exportable anual. Hay que recordar que el ciclo comercial en Estados Unidos termina en septiembre. Es decir que todavía restan algo más de 5 meses para el cierre de la temporada y una complicación logística podría derivar una mayor demanda sobre sus puertos.
Por otro lado, y teniendo condiciones normales de cosecha en la Argentina, resulta importante tener en cuenta que la firme posibilidad de un incremento del área sembrada estadounidense a partir de mayo genera mayor pesadez aún. Por tal razón, los "fondos" de inversión en Chicago vienen vendiendo su posición previamente comprada. Las bajas registradas en las cotizaciones durante las pasadas semanas, tienen que ver con esto último.
En semejante contexto, es importante tratar de diferir ventas hacia meses futuros en donde los "pases" que muestra el Mercado a Término a noviembre por ejemplo muestran "tasas" en dólares que resultan mucho mayores que los actuales costos de financiamiento en esa moneda. No obstante, esta alternativa se esgrime como una clara mejora financiera pero soslaya cualquier posibilidad de mejorar el precio frente a una suba inesperada. Para ello, pareciera una condición sine qua non poder terminar de cumplimentar la estrategia, sumando a la venta una estrategia de calls (septiembre Chicago o noviembre Matba/Rofex), de forma de copiar cualquier mejora en las cotizaciones.
El autor es integrante de Nóvitas