El comportamiento de esta variable, se sumó a un primer intento de transición estacional para definir jornadas que amanecieron con registros térmicos templados a frescos y que dejaron en muchas ocasiones coberturas de nubes bajas, neblinas e incluso con algunas lloviznas. De todas maneras las lluvias generalizadas y con registros significativos que se observaron durante la jornada del miércoles 15, sólo reaparecieron durante la última jornada, principalmente sobre zonas del NEA, SF y ER.

Si bien hemos transitado una semana que puede considerarse de transición estacional, el ambiente húmedo ha encontrado en la circulación de las últimas jornadas un aliado para recomponerse. De hecho las precipitaciones recientes se dieron en un contexto de sobresaturación de humedad en las capas bajas de la atmósfera, más que por el pasaje de una perturbación de importancia. Las últimas lluvias han estado asociadas a nubes bajas, sin que se observaran tormentas o condiciones de tiempo severo. Así y todo, hubo registros puntuales de hasta 50 mm del centro para el sudeste de SF

La masa de aire que persiste en su dominio sobre toda la región pampeana, es muy susceptible de ser inestabilizada. En este sentido, cualquier perturbación puede dinamizar el desarrollo de sistemas precipitantes. En particular, a partir del domingo, ingresaremos en un período donde este tipo de eventos ganarán frecuencia. El avance de una zona frontal desde el oeste servirá de gatillo para el desarrollo de los primeros sistemas precipitantes, los cuales parecen perfilados como para caracterizar con su reincidencia el cierre del mes de marzo.

El balance hídrico se mantuvo en niveles favorables sobre gran parte de la zona núcleo, aun cuando el nivel de precipitaciones no haya sido significativo. Un patrón homogéneo de reservas adecuadas, prevalece sobre ER, centro sur de SF y este de CB, ajustándose sin mayores riesgos sobre el norte bonaerense y algunos corredores del oeste entrerriano. El oeste de CB, se posiciona con mayores reclamos de agua.

Las precipitaciones previstas, seguramente optimizarán el patrón hídrico de la zona núcleo y lo cultivares tardíos, que pueden mantener alguna demanda, convergen hacia el tiempo de cosecha sin limitantes hídricas. La franja oeste de CB por su parte, no encontraría una solución adecuada a su demanda, es decir, se mantendría con reservas ajustadas, disociándose del mejor paso que lleva el este de la provincia donde, paradójicamente, los excesos hídricos son un riesgo latente. Este riesgo es compartido por vastos sectores del sur de SF y norte de BA, como asía también la cuenca lechera.

Como decíamos, la entrada al período de inestabilidad que comenzará a fortalecerse desde el domingo, encuentra a los suelos a la zona núcleo en una buena condición de humedad. Debido a que se prevén varias jornadas de lluvia para el cierre del mes, posiblemente veamos algunas zonas que vuelvan a presentar temporarios excesos en la transición intermensual. Por lo pronto el escenario no es grave, pero seguro que durante la semana próxima toda tarea de cosecha se verá interrumpida.

No es menor considerar que tenemos por delante dos o incluso tres jornadas donde pueden observarse condiciones veraniegas. Las mismas pueden promover un mayor grado de evapotranspiración y favorecer un secamiento de los suelos. De cara a un escenario con lluvias reiteradas para la próxima semana esto puede considerarse beneficioso, ya encontraríamos suelos con mayor capacidad receptiva. La situación de todas maneras se puede comenzar a comprometer cuando superemos el umbral de los 50 milímetros. Los departamentos del oeste entrerriano (Diamante, Paraná y La Paz) posiblemente cuenten con mayor margen.

Una vez superado este período húmedo con que cierra el mes de marzo, se perfila una semana más seca para el comienzo de abril. En consecuencia, el análisis de las condiciones de humedad residuales del mes de marzo serán las que definan el avance de la cosecha en la franja central.