El Gobierno reforzó los habituales controles sanitarios de las mercaderías de origen cárnico provenientes de Brasil, tras el escándalo que involucra a 21 plantas de varias empresas frigoríficas de ese país por la comercialización de carnes adulteradas.

El Ministerio de Agroindustria, que dirige Ricardo Buryaile, remarcó ayer que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria (Senasa) tiene implementado desde hace 17 años un sistema de extricto monitoreo y control de la inocuidad y calidad de los agroalimentos. En estas horas, tras conocerse la causa penal que involucra a funcionarios brasileños y empresas del secot cárnico, el organismo estatal argentino resolvió "incrementar aun más los habiluales controles de las mercaderías de origen cárnico" que llegan de Brasil.

Básicamente, desde el principal socio del Mercosur se importa carne de cerdo y derivados. Agroindustria informó que solo una de las 21 plantas involucradas en el escándalo "Carne fraca" exporta a la Argentina. "Hasta el momento los controles realizados resultaron satisfactorios", se remarcó en un comunicado.

La firma en cuestión, suspendida por el gobierno de Michel Temer en el marco del caso de adulteración, es frigorífico Larissa, cuyo dueño aparece en los audios de la investigación que llevó adelante la Policía Federal de Brasil.

Esa empresa tiene plantas en el municipio de Mauá, en el estado de San Pablo, y en el municipio de Iporã, del estado de Goiás. Según indicaron en oficinas oficiales, las ventas a la Argentina están relacionadas con carne de cerdo.

Contacto permanente

Buryaile se reunió ayer con las autoridades del Senasa y tras el encuentro se difundió el comunicado conjunto en el que se remarcó que el Gobierno argentino "sigue atentamente el desarrollo de las investigaciones y considera prudente la decisión que ha tomado el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) brasileño de autoexcluir del comercio internacional a los establecimientos involucrados".

Además, remarcó que la administración Macri mantiene contacto permanente con las autoridades políticas y con el servicio sanitario de Brasil "para proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos argentinos, a la espera de que las instituciones brasileñas resuelvan en tiempo y forma la situación".

Por otra parte, y a pesar de la cautela de los principales jugadores locales respecto de las eventuales derivaciones del escándalo cárnico en Brasil, el secretario de Valor Agregado, Néstor Roulet, estimó que se abren oportunidades para la Argentina, en momentos en que varios compradores suspendieron en parte o de manera total los envíos brasileños.
"Por los protocolos de calidad a través del Senasa y el Anmnat, indiscutiblemente tiene una carne no sólo de calidad sino de total inocuidad y bien tratada", remarcó Roulet en declaraciones radiales.

En tanto, el presidente del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), Ulises Forte, consideró que lo que sucede en Brasil "afecta de manera negativa al negocio global y a la imagen de la carne vacuna en el mundo".